El equipo que más remates en contra concede
La faceta defensiva es como el gruyer
El Valencia sumó seis ocasiones de gol en los últimos veinticinco minutos del partido, pero hizo otras tantas en los primeros veinticinco minutos del mismo.
Joseba VIVANCO
La infantil expulsión de Ander Herrera al minuto 67 de partido en Mestalla mediatizó y mucho el devenir del choque ante el Valencia, tanto que ese árbol no ha dejado ver el bosque en toda su profundidad, un árbol que no puede ocultar las autopistas de cuatro carriles que el Athletic sigue señalizando a sus rivales en tareas defensivas. Por mucho que los rojiblancos, o mejor dicho, Aritz Aduriz tuviera afinado el punto de mira, resulta poco comprensible que un equipo con las necesidades y aspiraciones con las que acudía a esta cita cediera en solo los primeros quince minutos de encuentro hasta cuatro ocasiones claras de gol a los levantinos: la de Soldado al palo, una de Jonathan Viera, un disparo de Gago y una doble de Remi y Víctor Ruiz a la salida de un córner. ¿Dónde estaba la concentración y la tensión defensiva de los leones?
Tras el gol de Aduriz fue Tino Costa el que lanzó un cañonazo desde lejos que Iraizoz despejó como pudo, en una jugada que venía de un saque de banda en medio campo. Y al minuto siguiente, la internada de Viera que acaba en penalti. A la vuelta de vestuarios, con 1-2, el Valencia tuvo un centro de Barragán al que no llegó Soldado sobre la línea y otra internada de Bernat hasta la cocina que Iraizoz despejó de pies. El Athletic seguía siendo un queso gruyer que el ratón valencianista se zampó tras la expulsión de Herrera. La actitud defensiva que adoptó Bielsa al retirar del terreno de juego a la única referencia atacante, Aduriz, y la defensa numantina de risa que quisieron poner en práctica sus jugadores, faltos de cualquier rigidez y contundencia atrás, ayudaron a un Valencia que quemó sus naves con las salidas de Valdez y Banega. De ahí hasta el final del choque, ocasión de Valdez, de Tino Costa, de Viera, de nuevo de Valdez y los dos goles finales. Y eso que, como ayer dijo gráficamente Gorka Iraizoz en sala de prensa, «corriendo como bestias conseguimos llegar hasta ese momento».
Vuelve la fragilidad defensiva
Seis ocasiones de gol recibió la meta rojiblanca en esos 25 minutos finales, pero es que en los 25 iniciales del primer tiempo sumó en contra otros tantos. No debe extrañar que en las estadísticas del encuentro, el portero navarro se viera obligado a realizar hasta ocho paradas.
El problema es que ante Osasuna tuvo que hacer seis y ante la Real nueve, cuando entre los tres partidos anteriores ante Málaga, Espanyol y Valladolid, sumó siete. Es decir, los números indican que el poso defensivo que parecía haberse encarrilado tras las debacles atrás ante Betis y, sobre todo, Atlético, fue un espejismo.
Este Athletic tiene un problema defensivo muy grave. Tras ocho jornadas sigue siendo el equipo que más remates en contra ha recibido y el que, con diferencia, más disparos entre los tres palos sufre. No son de extrañar esos datos cuando el Valencia contabilizó doce tiros a portería y ocho más fuera, cifras similares a los diez a puerta y seis fuera que les hizo la Real Sociedad en Anoeta; el mismo Osasuna en San Mamés mandó cinco chuts a portería, dos palos y tres más fuera.
Ayer, Óscar de Marcos, tras el entrenamiento, reconoció que en Mestalla «el partido lo perdimos nosotros» y que cree que, individualmente, cada jugador habrá hecho autocrítica. Ahora, añadió, toca cambiar el chip porque ante el Lyon «es una final». Y eso cuando el Athletic no gana fuera de casa desde hace seis meses. Crucemos los dedos.
Rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, el peor de los partes médicos se confirmó ayer con la lesión del joven Iñigo Ruiz de Galarreta. Seis meses de baja, toda la temporada. La lesión más temida por los deportistas, por el tiempo de recuperación, por las dudas de si la rodilla volverá a recuperar la movilidad anterior al daño, por interrumpir la trayectoria del jugador... Sucedió a los pocos minutos del partido del domingo en Lezama del filial rojiblanco ante el Lleida. Un golpe en la rodilla justo cuando apoyaba el pie y el eibartarra dejó el campo. Hace un año, el 22 de octubre, tras empezar a entrenar con Marcelo Bielsa, sufrió también una lesión en su tobillo derecho en un partido ante la Real B, que se le complicó y le mantuvo apartado de la competición más de un mes.
Se trata de la segunda lesión de estas características en Lezama esta campaña. La anterior, en pretemporada, la del prometedor cadete Mikel Zatón, máximo goleador de la Liga Vasca el pasado curso. J.V.
Parece evidente que Gurpegi volverá al eje de la zaga en Lyon en lugar de Ekiza. La pregunta del millón que se empezará a perfilar en el entrenamiento de hoy es quién será el lateral izquierdo: seguirá Bielsa con Iñigo Pérez, volverá a confiar en Aurtenetxe o recurrirá al ya recuperado Castillo.
Iker Munian y Borja Ekiza sufren una contusión muscular en su cuádriceps derecho y molestias en el tobillo izquierdo, respectivamente, por lo que están pendientes de evolución para el jueves en Lyon, mientras Xabi Castillo recibió ayer el alta médica y ya está disponible.
La localidad más cara para el Eibar-Athletic del 1 de noviembre costará 50 euros, en Tribuna Principal y Norte. Las de Gol Este y Oeste se van a los 45 euros y las de niños, hasta 15 años, valen 20. Los socios del club azulgrana pagarán 20 euros, los adultos, y 10 los niños.