El grupo parlamentario de NaBai, donde Aralar es mayoría, ha decidido expulsar del mismo a los dos parlamentarios afines a Geroa Bai: Patxi Leuza (Zabaltzen) y Manu Ayerdi (PNV). La nota oficial dice que el motivo es que Leuza y Ayerdi presentaron ayer un batería de medidas elaboradas a espaldas del resto de sus compañeros y a sabiendas de que no eran compartidas.

A juicio del grupo parlamentario -que cuenta con cinco miembros de Aralar- esta ha sido una actuación «desleal y unilateral» por parte de Leuza y Ayerdi. Según la nota, Aralar intentó negociar para evitar que el grupo se rompiera. Sin embargo, el PNV se negó a sentarse en la mesa. El argumento esgrimido es que Aralar se negaba a una negociación a tres, en la que se incluyera a Zabaltzen, ya que esta asociación de independientes (que están liderados por Uxue Barkos) no existía cuando se formó el pacto de coalición.

La batería de medidas sin consultar es entendida por el grupo parlamentario como una pretensión de Leuza y Ayerdi de actuar por libre y realizando propuestas a título individual . Sin embargo, y siempre según la nota, esto resulta muy complejo debido a la legislación parlamentaria. Si las iniciativas no han sido consensuadas, el representante de NaBai en la Mesa se verá sometido constantemente al brete de echar por tierra las iniciativas de compañeros.

La nota termina asegurando que «el grupo parlamentario de NaBai seguirá trabajando y defendiendo aquello que llevó al compromiso con la sociedad y defenderá, dentro de los órganos del Parlamento, que quienes quedan ya fuera dispongan de los derechos suficientes para continuar su labor».

La expulsión de ambos parlamentarios les deja en una situación complicada. Su capacidad para sacar adelante iniciativas queda muy mermada y también tienen muy restringida la presencia en comisiones. Aun así, una interpretación flexible del reglamento puede mejorar estas condiciones y se entiende que sus compañeros intentarán que les afecte lo menos posible.

Más allá de las dinámicas internas del Parlamento, los desencuentros de NaBai han sido constantes desde que el grupo de Barkos en Iruñea quitara el sueldo a uno de los dos ediles de Aralar con el apoyo de dos tránsfugas. Posteriormente, Aralar devolvió el golpe en el Parlamento, quitando a Ayerdi de las comisiones principales. El siguiente paso volvió a darlo Geroa Bai, que la semana pasada arrebató la portavocía del grupo municipal de NaBai en Altsasu a la líder de Aralar en Nafarroa, Asun Fernández de Garaialde.