Afectados por los desahucios se concentraron ayer ante los juzgados de Barakaldo para llamar la atención sobre los dos próximos que se van a producir el día 29 en Galdakao, sobre José Luis Castaño y Lara Paz, y el 30, en Barakaldo, sobre Antonio Degara.

«Kutxabank dejará a estas dos familias en la calle, porque se niega a negociar. No admite un trato. No quieren ni alquiler social. Es una situación dramática, porque a la asociación de Stop Desahucios nos llegan cada día más voces de alarma y socorro de personas que no pueden hacer frente a las hipotecas, pero las entidades financieras lo único que ponen encima de la mesa es dejar en la calle a todas estas personas», explicó Marta Uriarte, portavoz de esta plataforma ante afectados de Laudio, Santurtzi, Barakaldo, Algorta, Galdakao y Bilbo, entre otros. La familia de Galdakao tiene dos hijos de 11 y 7 años y lo dramático del tema, explicaron, «es que nos separamos, porque van a vivir con mis suegros y nosotros con mis padres, para que la carga sea menor»

«Queremos pagar»

José Luis Castaño recordó que lleva «peleando por el piso mío desde tres o cuatro años». Contó su experiencia con BBK, «ahora Kutxabank», porque hemos buscado una solución sobre el alquiler social, «pero la respuesta es la negación de una salida».

Explicó que «he llegado a esta situación al tener que cerrar mi empresa, como otras muchas en este tiempo de crisis, He indemnizado los trabajadores que tenía. Lo que crees que no te va a pasar, ocurre de la noche a la mañana. Te ha tocado. Cada vez estamos más a este lado de la mesa», relató.

Esta familia de Galdakao afirmó que el próximo lunes se irá «a la calle, a la casa de mis padres, y a seguir viviendo. Es lo único que puedo decir», se lamentó.

Marta Uriarte llamó a la población a que muestre su solidaridad con esta familia y espera poder parar el desalojo de José Luis y Lara. «No podemos permitir que nuestros vecinos se queden sin vivienda. Es un derecho constitucional que se vulnera cada día. Porque hay 14 desahucios al día en la CAV. Es una cifra alarmante y llegamos a unas cuotas de exclusión social terribles. Así no se puede avanzar», criticó la portavoz de la plataforma social.

Antonio Degara, de Barakaldo, explicó que fue autónomo y estuvo trabajando hasta que se quedó en el paro desde hace algo más de tres años. «No cobraba paro. Empecé a hablar con el banco, pero se han hecho los `locos', porque estuve arreglando los papeles para llegar a un acuerdo para no llegar a esta situación, pero no me han ayudado. El día 30 tendré que salir a la calle».

Sobre esta situación, la portavoz de Stop Desahucios aseguró que «este caso, igual que los demás, es una tropelía» y afirmó que Kutxabank «es la entidad que más porcentaje tiene de hipotecas en Euskadi, pero no quiere una solución pactada». Advirtió de que «se niegan a negociar, solo esperan a que entre en funcionamiento el `banco malo' para dar estas viviendas, mientras nos vamos quedando sin nuestras casas. Buscan que los activos tóxicos se traspasen. Somos una migaja en sus cuentas de resultados».

José Luis Castaño quiso dejar claro que «no nos negamos a pagar; no podemos, porque nos hemos quedado sin nada» y añadió que «hay mucha gente afectada, aunque no sale. Les da vergüenza. Sabemos lo que hemos firmado, no eludimos su pago pero la crisis nos aprieta. Los bancos también han firmado una deuda con otros bancos extranjeros y entre todos pagaremos su deuda a escote. Solo reclamamos el mismo trato que los bancos están obteniendo».

Uriarte explicó refiriéndose a Iñigo Urkullu, del PNV, que explicó, nada más conocerse los resultados de las elecciones , que «no iba a dejar a ninguna persona en la cuneta. Ahora mismo tiene una oportunidad para salvar a estas dos familias que entre el lunes y martes se quedan sin vivienda. ¿Las va a salvar? Tienen mucho que decir en Kutxabank, porque se les ha dicho por activa y pasiva, pero el PNV ha hecho caso omiso. Esperemos que cambie la situación»

Al terminar la rueda de prensa, Uriarte explicó que iban al centro de Eroski de Santa Teresa en Barakaldo «para recoger alimentos para el Banco de Alimentos de Barakaldo. Cada semana acudiremos a un centro comercial, porque la situación es tan dramática que muchos de los afectados por las hipotecas no tienen ni para comer cada día», porque llevan entre seis y siete meses para percibir la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Es el caso de la familia que iba a ser desahuciada en Gasteiz y que estaba dentro del programa de alquiler del Ejecutivo de Gasteiz. «Si no les dan las ayudas, cómo van a pagar» concluyó Uriarte.