GARA > Idatzia > Iritzia> Kolaborazioak

Kepa Zugadi «Fugi» e Iñaki Egiluz «Palito» Compañeros de Txomin

Hasta siempre, «aitite» Txomin Ziluaga

21 presos en Burgos preparamos durante días el juicio más importante de nuestra historia reciente. Txomin, tú estabas allí y también nos has dejado

Gora Euskadi askatuta! Iraultza edo hil! Con estos dos gritos de guerra contra el genocida Francisco Franco Bahamonde terminábamos los militantes de Euskadi Ta Askatasuna en la prisión de Burgos el manifiesto dirigido al pueblo vasco con motivo del Juicio de Burgos, el 1 de enero de 1971.

En un pequeño habitáculo, 21 presos en Burgos preparamos durante días el juicio más importante de nuestra historia reciente.

Txomin, tú estabas allí y también nos has dejado.

El tiempo es implacable, y de aquellos compañeros de combate y fatigas vamos quedando pocos. Se fue Txapetón de Rekalde (Bittor Arana Bilbao, condenado a 70 años de prisión), se nos marchó también Isidrín de Tolosa (Jokin Gorostidi Artola, conmutado de dos penas de muerte y condenado a 96 años de prisión) y el deustoarra Goio López Irasuegui, condenado a 40 años de prisión, que él solito y en una noche escribió el manifiesto. Y también Jean Paul Harreguy Agirrezabala, de Oiartzun o de Iparralde, según las conveniencias, condenado a 12 años de prisión. Koldo Urkiza Arrasate, de Ondarroa, con 33 años de condena entre pecho y espalda, y Mario Onaindia Natxiondo, de Eibar, conmutado de pena de muerte y 82 años de condena quien, años después, nos trajo de cabeza con sus reflexiones hegelianas.

Y luego fuimos a otras cárceles. Y volvimos a estar juntos en Segovia. Y tú, vueltas y más vueltas en el patio, con tus apuntes, con tus reflexiones sobre el tomo II de «El Capital» de Karl Marx. ¡Qué paradoja este capitalismo del siglo XXI, amigo Txomin, que no ha cambiado nada de aquel capitalismo salvaje y explotador sobre el que tú reflexionabas! Huelgas de hambre y celdas de castigo, siempre la misma historia. Fusilaron a Txiki y Otaegi, fusilaron a tres compañeros más, pero al fin se murió el general asesino.

Nosotros erre que erre y llegó la fuga de Segovia. Otra vez a pasarlas canutas: celdas, traslados y mucho sufrimiento. Siete años después de la fuga de Basauri y seis de la de Burgos, otra más. Como tú nos decías: el deber de todo preso es fugarse.

La historia posterior ya la conoces, Txomin. Llegaron los demócratas de toda la vida, esos cagones que estaban escondidos temblando de miedo debajo de su cama esperando que se muriese el dictador. No les conocíamos, pero eran tiempos nuevos y había que aceptarlos. Sus currículos se los inventaron, y se aprovecharon de todos aquellos que con su sacrificio, con su lucha y abnegación se dejaron la piel, e incluso la vida, combatiendo por la libertad de los hombres y mujeres de este pequeño país nuestro.

Pero queda nuestra memoria y nuestro compromiso para transmitir a las próximas generaciones la memoria de todos aquellos combatientes que, como tú, Txomin, renunciaron a todo para conseguir un país libre, soberano y solidario.

¡Hasta la victoria siempre, compañero, comandante y amigo Txomin!

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo