El tercer largometraje de Ben Affleck en su desdoblamiento delante y detrás de la cámara ha sido producido por George Clooney y Grant Haslov, quienes tenían los derechos sobre un artículo periodístico que recogía en detalle el caso real de la Operación Secreta Canadian Caper, llevada a cabo durante la crisis de los rehenes en Irán de 1.979, y en la actualidad ya desclasificada.

El propio Ben Affleck encarna al agente de la CIA que cordinó el rescate de los diplomáticos estadounidenses que quedaron atrapados en la embajada canadiense durante el estallido de la revolución jomeinista. Como quiera que el mérito se lo llevaron oficialmente los canadienses, ahora Hollywood quiere devolver protagonismo patriótico a sus héroes entonces anónimos.

«Argo» es asimismo un homenaje a los locos de Hollywood que participaron en aquella aventura, pues el plan consistía en simular un rodaje para poder entrar en Irán y hacer pasar a los diplomáticos a rescatar por miembros del equipo de filmación.

Para dar verosimilitud a la falsa producción se contó con el productor Lester Siegel y el técnico en maquillaje John Chambers, respectivamente interpretados por Alan Arkin y John Goodman en unas divertidas caricaturas, que ponen el punto paródico a una película con otras ambiciones.