Victoria del Caja Laboral Baskonia
El «carácter Baskonia» aparece cuando más falta hace
Un Baskonia muy cargado de faltas y que perdía a Nocioni tras una jugada desgraciada se hizo grande en el cuarto final ante Armani Milano. Nemanja Bjelica y San Emeterio lideraron a los gasteiztarras.
ARMANI MILANO 85
CAJA LABORAL BASKONIA 95
Arnaitz GORRITI
¡Volvió el «carácter Baskonia»! ¡Volvió cuando más falta hacía! Tras un choque fortuito con Nemanja Bjelica, Andrés Nocioni -que ya amagó la lesión en la primera jugada del partido al torcerse el tobillo- debía abandonar el partido en camilla a seis minutos para terminar el tercer cuarto -el club anunciaba por su twitter que el alero de Santa Fe era ingresado en un hospital con un posible esguince cervical-, y poco después Brad Oleson cometía su quinta personal. Jugadores como Lampe o Milko Bjelica también tenían cuatro faltas, pero aun así los pupilos de Dusko Ivanovic sacaron el fuego competitivo. En la primera finalísima de la temporada, la escuadra gasteiztarra se agarró al partido y sacaron adelante un choque que debe significar un punto de inflexión para lo que resta de campaña, aunque aún reste todo.
En el cuarto final, tras un intercambio de canastas, el Baskonia volteó el partido con un parcial de 4-14 con el que pasó de ir 71-70 a 75-84. San Emeterio y Nemanja Bjelica sacaron sus mejores esencias durante esos minutos y la defensa baskonista, tras mucho penar con los uno contra uno del Armani Milano, al fin mostró la dureza que exigía el envite.
En un partido muy accidentado, el cuadro gasteiztarra tuvo que sortear en primer lugar un 35-24 adverso en el segundo cuarto -una técnica a Fotsis casi al descanso ayudó a que el Baskonia se metiera en el duelo-, llegando 44-43 a los vestuarios, con Lampe y Nocioni como líderes de los de Ivanovic.
Paso adelante de muchos
Muchos jugadores dieron un paso adelante en el choque de ayer. Por ejemplo Carlos Cabezas, que dio el temple preciso al conjunto gasteiztarra. Pero antes de la mejora individual, llegaba la colectiva, logrando parar la sangría de puntos en continuo uno contra uno de la mano de Hairston y Bourousis, y cargando además de faltas al pívot heleno, clave para el dominio en los rebotes.
La lesión de Nocioni, no obstante, era la prueba de fuego para los baskonistas. Primero fue Oleson quien espabiló, pero cometió la quinta falta. Después emergieron San Emeterio y Nemanja Bjelica, liderando la remontada baskonista ante un Armani Milano que se diluía entre triples errados.
Para cerrar un día casi perfecto, Olympiacos caía 61-79 en su cancha frente a Zalgiris Kaunas. A los helenos no se les apareció el «carácter Baskonia».
El triunfo del Baskonia llegaba cuando peor pintaban las cosas, algo que, con su habitual temple -e indisimulable alegría-, resumía Dusko Ivanovic con un gráfico «crecemos ante la dificultad».
«Estos diez años hemos vivido partidos impresionantes, pero si este triunfo nos vale para seguir adelante, de veras que será muy importante. Después de la derrota ante Zalgiris, esta victoria nos debe dar moral. Otra vez tenemos posibilidades reales para depender de nosotros para estar en el Top 16», declaraba el técnico montenegrino.
«Todo el mundo ha estado muy concentrado. Hemos tenido problemas en la primera parte, pero en el segundo tiempo todo el mundo ha estado en su puesto, haciendo las recuperaciones de defensa de forma rápida y acertada. Necesitábamos de todos, y la verdad es que todos han estado bien», remachaba.
Uno de los protagonistas, San Emeterio, añadía que «lo bueno de este equipo es que mucha gente puede aportar. Este grupo es muy duro; lo cierto es que nos hemos recuperado del partido de Zalgiris, pero ya no podemos fallar más». A. G.