El Nafarroa Oinez se marcha a Tutera, aunque la ikastola de Zizur aún necesita de más solidarios. Ayer se presentó el nuevo logo «Taupadaz bat egin» bajo el que se desarrollará la fiesta del año próximo, pero la alegría quedó un tanto deslucida por los malos resultados económicos cosechados por la ikastola San Fermín debido al mal tiempo y a la crisis económica.

El balance del pasado Oinez es agridulce. Desde la cooperativa de padres y la dirección del centro se valoró muy positivamente el apoyo recabado y el gigantesco auzolan de voluntarios (unos 1.800) que hicieron posible la celebración. También quisieron destacar la solidaridad de todos los que acudieron a la cita pese al mal tiempo. Ahora, la ikastola tiene puestas sus esperanzas en el número de cuenta que todavía mantiene activo para acometer la ampliación del centro que les resulta necesaria.

Por su parte, la ikastola Argia (Tutera-Fontellas) anunció que el Oinez del año próximo les servirá para construir unas instalaciones deportivas que les exige la ley para poder impartir enseñanza secundaria. Sin estas obras, la ikastola se quedará sin la posibilidad de formar alumnos en secundaria, lo que implica que en la zona de Tutera será imposible la escolarización en euskara durante esta etapa. Es el único requisito que falta.

Los responsables del centro recordaron que la viabilidad de la ikastola está muy comprometida, por culpa de la falta de voluntad del Gobierno de Nafarroa. Argia es el único centro donde los alumnos pueden ser escolarizados en euskara en la zona de Tutera. Por ello, recibe alumnos de unas quince localidades distintas. Algunos de estos pueblos, como Alesbes, se encuentran a más de 40 kilómetros del centro educativo. Es la ikastola que más territorio abarca de toda Euskal Herria por estos cortapisas legales.

Como señaló la responsable de la cooperativa de padres, Susana Suárez, las ayudas que antes se recibían para el traslado de los alumnos hasta el centro se han cortado. «La ley nos convierte en ciudadanos de segunda. El Gobierno no impulsa ni potencia el uso de nuestra lengua», denunció Suárez.

Actualmente, en Argia estudian 220 gracias a un enorme esfuerzo económico que hacen las familias y al compromiso de los docentes que imparten allí las clases. «En Erribera no existe la gratuidad de la enseñanza», concluyó Suárez que criticó la falta de compromiso del Gobierno navarro con el centro, pese a que ofertan un servicio donde el Ejecutivo de Nafarroa no llega.

El responsable de la Federación de Ikastolas de Nafarroa, Pedro Mariñelarena, defendió la fórmula mediante la cual se elige qué centro acoge cada año el Oinez y recordó que esta decisión se toma por unanimidad. Aseguró que las ikastolas no entienden de mugas y que desde hace años que existe un fondo de solidaridad para arropar a las más necesitadas, como las de la llamada «zona no vascófona».