Un guardia de seguridad falleció ayer en el palacio de Sagerska, residencia oficial del primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, tras recibir un disparo, según informó el diario «Aftonbladet» en su página web. La Policía explicó a los medios de comunicación suecos que no sospecha que tras esta muerte haya un crimen, por lo que todo apuntaba a un suicidio.

En un primer momento se informó de que el fallecido era uno de los guardaespaldas del jefe del Gobierno, pero la Policía desmintió a France Presse este extremo. También los servicios suecos de Inteligencia (SAPO) confirmaron a la agencia francesa que no se trataba de uno de sus agentes y, por lo tanto, no era escolta del primer ministro.

Según medios locales, el fallecido es un guardia de seguridad de la residencia. El portavoz de la Policía, Towe Hägg, resaltó que el fallecido no tenía ninguna relación ni con el Parlamento ni con el Gobierno, aunque sí tenía permiso para encontrarse en el interior del palacio.

Un portavoz del primer ministro, Markus Friberg, señaló a AFP que ni el primer ministro conservador ni su familia se encontraban en la residen- cia cuando ocurrió el incidente.