Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, pidieron ayer a la población que «no compren absolutamente nada» el próximo 14 de noviembre durante la jornada de huelga general convocada en el Estado español contra las políticas de ajuste del Gobierno del PP.

Ambas organizaciones sindicales consideraron que una «huelga de consumo» es una «herramienta legítima» para que «mucha gente que no puede hacer paro porque no tiene trabajo, no está en condiciones de perder el salario de ese día o tiene miedo, pueda expresar su rechazo a las medidas».

Entretanto, en Bilbo, el secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, señaló que la jornada de movilizaciones promovida por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) «está cogiendo una dimensión, incluso, mundial», después de que el pasado jueves se confirmase que la Confederación de Trabajadores de América va a impulsar también el desarrollo de movilizaciones en embajadas de Latinoamérica.

Concentración en Iruñea

En Iruñea, una concentración convocada por el movimiento 15M Navarra defendió la unidad sindical «para dar una respuesta contundente al drama social que esta viviendo la sociedad».

Xabier Barber, de ESK, explicó que, tal y como hicieron el 26-S, se han sumado también a esta huelga, porque «es absolutamente necesario movilizarse» y a pesar de «la gran desconfianza que tenemos hacia las direcciones de CCOO y UGT, que hacen un sindicalismo que no está a la altura de las circunstancias».

Por su parte, Txema Berro, de CGT, señaló que ellos también mantienen discrepancias con la mayoría de los convocantes, aunque subrayó que «el esfuerzo por la unidad es importante». «Estamos sumando pero queremos hacerlo desde la diferencia», concluyó.