Tras conocer esta semana que las direcciones de las empresas Guardian Llodio y Bridgestone (Basauri-Usansolo) plantean despidos que afectarán a una gran parte de sus plantillas, los trabajadores han emprendido una dinámica de movilizaciones para pedir la paralización inmediata de las pretensiones de las empresas.

En Basauri, alrededor de 300 obreros de la multinacional de neumáticos Bridgestone protagonizaron una concentración a las puertas de la planta que esta empresa tiene en la localidad vizcaina para reclamar unidad sindical en la exigencia a la compañía de que retire el expediente de regulación de empleo (ERE).

Dicha medida afectará a 216 trabajadores de las plantas que la multinacional tiene en Bizkaia. En concreto, el plan de despidos esta dirigido a 184 trabajadores de la planta de Basauri y 32 de la de Usansolo.

Ante la amenaza de despidos, los trabajadores decidieron organizar una concentración a título individual «para que las centrales se den cuenta de que tenemos que ir unidos» en defensa de los puestos de trabajo, según manifestó uno de los trabajadores tras la movilización.

Los operarios se concentraron bajo el lema «Por el empleo. Contra los despidos», sin ninguna sigla sindical. Asimismo, convocaron una nueva protesta para el próximo día 13 a las puestas de la planta de Basauri, con motivo de la celebración de una reunión entre representantes sindicales y de la multinacional.

El secretario general de UGT de Euskadi, Dámaso Casado, se refirió ayer a la problemática de Bridgestone y consideró que el ERE de extinción presentado en Bizkaia «no tiene ninguna lógica» en una multinacional con beneficios y abogó por llegar a acuerdos para mantener el empleo y la empresa. Precisamente esta semana, la multinacional presentó unos beneficios de 1.130 millones de euros hasta setiembre.

Manifestación en Guardian

Entretanto, trabajadores de Guardian Llodio se manifestaron ayer en la localidad alavesa de Laudio, convocados por LAB, para denunciar la «amenaza» de la dirección de despedir a 120 operarios de producción.

También criticaron la posibilidad, según apuntan algunas informaciones, de que la empresa podría presentar un ERE de extinción para la planta alavesa. Denunciaron la actitud de la empresa, ya que mientras «filtra información a ciertos medios», hace oídos sordos a la voluntad de los trabajadores.