Debacle del Caja Laboral Baskonia en Zagreb
¿Cómo se explica lo inexplicable?
Los gasteiztarras cayeron merecidamente ante un Cedevita que mostró más actitud y acierto, y que entra en la pelea por el Top 16.
CEDEVITA ZAGREB 76
CAJA LABORAL BASKONIA 69
Arnaitz GORRITI
Ese encantador de serpientes que es el maestro Boza Maljkovic trataba de sacarle la cara a su expupilo Dusko Ivanovic y a su exequipo, el Caja Laboral Baskonia, tras la derrota gasteiztarra en la cancha del Cedevita Zagreb. «Después de perder en Atenas, jugamos muy relajados, con mucha libertad, aunque serios, defendiendo muy bien a un equipo ofensivamente tan fuerte como el Baskonia. Mientras, se ha notado que contra el Barcelona gastaron mucha energía. Sigo pensando que el Baskonia tiene un equipo muy completo, con mucho banquillo, un entrenador excelente y que este equipo va a seguir ganando».
Pues ojalá que el técnico de Otacec esté en lo cierto, porque lo que se vio ayer fue inexplicable. Inexplicable cómo el mismo equipo que arrasó y maravilló ante el Barcelona deambulara de forma tan lastimosa en el Kosarkaski Center Drazen Petrovic de Zagreb. Inexplicable porque, cuando Ivanovic al fin tuvo a todos sus componentes listos para jugar, no fue capaz de hallar un quinteto que rindiera a un nivel aceptable. Inexplicable, en suma, cómo un equipo que se obliga a jugar el Top 16 como una de las prioridades de la temporada, se ha puesto a sí mismo tan al borde del abismo, con una única victoria en toda la primera vuelta de la Euroliga. ¿Cómo se puede explicar algo que parece inexplicable?
Tal vez fuera falta de energía. Desde luego que sí fue falta de tensión y de luces para guiar el juego. Ni Heurtel, ni Cabezas ni Rochestie atinaron con la dirección, y desde luego que la defensa colectiva dejó demasiado que desear. Los «viejos rockeros» de Maljkovic, Bracey Wright, Suput, Gelabale o Bilan, jugaron totalmente sueltos y camparon a sus anchas acaparando el rebote, sobre todo el ofensivo -capturaron hasta 11 bajo la canasta gasteiztarra-. Hasta un reaparecido Marko Tomas, que volvía a jugar tras una ausencia de ocho meses, hallaba demasiadas comodidades en ataque, mientras que su defensa se fue ajustando conforme aumentaba su fe en la victoria. Al descanso, el Cedevita ganaba 39-34 ante la alarmante apatía de los de Ivanovic.
Ni a tirones, ni con parones
Es de suponer que el preparador baskonista quiso poner firmes a los suyos, pero estos no parecieron darse por aludidos. Los croatas llegaron a la decena de ventaja nada más empezar el tercer cuarto: 45-34. Un par de robos de Causeur más un par de jugadas de San Emeterio cortando por la línea de fondo desde el lado débil pareció ser el inicio de un atisbo de reacción, pero el Baskonia volvía a pagar su juego a tirones y sin continuidad.
Ivanovic se olvidó de Nemanja Bjelica -sus siete puntos fueron en el primer cuarto-, de Causeur y también de Tibor Pleiss, para jugársela con San Emeterio, Lampe y un Nocioni que despertó de su letargo en el último cuarto -sus 12 puntos llegaron aquí-, después de un problema con el reloj.
Pero no era el día de Lampe, y aunque Nocioni y «el santo» empezaban, al fin, a meter algún triple, llegaban tarde. El Cedevita tuvo la cabeza fría y logró dolorosas canastas. Tras la derrota del jueves del Armani Milano, entre los italianos, los balcánicos y el Baskonia estará una cerrada lucha por la cuarta plaza del grupo C. Sigue habiendo opciones. Es el único consuelo.
El Zalgiris Kaunas ganaba por un claro 64-77 en la cancha del Anadolu Efes y domina el grupo C. Tras llegar empate a 37 al descanso, el parcial 14-23 del tercer cuarto decantó el duelo. Marko Popovic, con 21 puntos, fue el líder lituano.
Enojado y asombrado, Dusko Ivanovic tampoco se explicaba lo ocurrido en Zagreb. El de Bijelo Polje asumía que «siempre decimos que hay tiempo. Hay tiempo, tenemos cinco partidos más. Pero tenemos que empezar a ganar ya».
«Hemos hecho un mal partido. Parecía que el Cedevita necesitaba esta victoria muchísimo más que nosotros. Esto se veía con sus 9 rebotes ofensivos del primer tiempo, con nuestros balones perdidos, su dominio en el juego interior...», dijo.
Asumió que los suyos jugaron desnortados. «Ni con tres bases hemos tenido una buena dirección. Pero, lo más importante, cuando en el segundo tiempo, parecía que estábamos en el partido, hemos hecho errores gravísimos en defensa. Cedevita ha anotado cuando teníamos posibilidades de entrar en el partido», sentenciaba. A. G.