Primero Colombia, ahora el Gobierno turco: el Estado español debería tomar nota
El ministro turco de Justicia, Sadullah Ergin, ha anunciado que su Gobierno se sentará en la mesa de negociaciones con el PKK. El final de la huelga de hambre de cientos de presos kurdos, a petición de su líder Abdullah Öcalan, ha creado una oportunidad de diálogo que el Ejecutivo turco parece no querer dejar pasar. La noticia alimenta la esperanza de que un acuerdo haya podido ser alcanzado para retomar las negociaciones de solución de un sangriento conflicto que dura décadas. Aun cuando las negociaciones secretas que representantes turcos y del PKK han llevado a cabo en Oslo son un secreto a voces, el hecho de que un ministro hable abiertamente de pasar a otra fase negociadora es una señal poderosa que preludia la oficialización del diálogo político resolutivo.
Las negociaciones de paz que el Gobierno colombiano y las FARC mantuvieron en Oslo no han sido ajenas a este anuncio. El afán por encarar ambos conflictos político-militares mediante el diálogo es algo que se «contagia», en un mismo espacio y tiempo, con una comunidad internacional dispuesto a facilitarlo. Además de saludar la buena noticia, cabe esperar que el Gobierno español tome nota y cunda el ejemplo.