Unai Ziarreta Ejecutiva Nacional de EA
El papel de la izquierda en Kutxa
Son esos intereses, la búsqueda de beneficios incluso a costa de las personas, los que explican la razón última de la entente PNV-PP por asegurarse el control de Kutxa y excluir a Bildu del Consejo de Kutxabank
La Asamblea General de Kutxa elegirá mañana al nuevo Consejo de Administración de la primera entidad financiera de Gipuzkoa y, de rebote, dejará en sus manos la elección de los cuatro representantes de dicha caja en el órgano de dirección de Kutxabank. La cita, a la vista está, no es baladí. Está en juego el modelo de gestión tanto de Kutxa como de Kutxabank, la posibilidad de escoger entre el modelo compartido por PNV y PP, el de la privatización y la búsqueda del beneficio a toda costa, el de los desahucios, o el modelo altenativo de EH Bildu, que apuesta por el control público y social de las cajas vascas y, por extensión, también de Kutxabank.
Dada la amplia mayoría de Bildu en la Asamblea de Kutxa, la lógica democrática haría pensar en que las votaciones de mañana trasladasen esa mayoría al Consejo de Admistración de la caja, y que esa misma mayoría también se reflejase a la hora de determinar la identidad de los consejeros de Kutxa en Kutxabank. Sin embargo, la lógica democrática poco tiene que ver con el intrincado proceso electoral de las cajas vascas, un sistema de elección estamental que desdibuja el juego de mayorías y minorías y, en cambio, favorece la histórica y bien conocida capacidad del PNV de maniobrar en su propio beneficio en terrenos embarrados.
La potente irrupción electoral de Bildu, Amaiur y, más recientemente, EH Bildu en el tablero institucional vasco, la consolidación de una sólida alternativa política, económica y social frente al modelo diseñado en Sabin Etxea para las cajas y para Kutxabank ya hizo que hace casi un año el PNV buscara la cobertura del PP para excluir a Bildu de Kutxabank y repartirse entre ambos el control del banco vasco a fin de poderlo gestionar igual que el BBVA o el Banco de Santander. Y lo que es peor, con los mismos resultados, desahucios incluidos.
Son esos intereses, la búsqueda de beneficios incluso a costa de las personas, los que explican la razón última de la entente PNV-PP por asegurarse el control de Kutxa y excluir a Bildu del Consejo de Kutxabank. Bildu, su reivindicación permanente del carácter público y social de esas entidades financieras, estorba a quienes, por poner un ejemplo dramático y diario, ven los desahucios como un objeto más de su negocio. Es algo que a nadie debe extrañar, conociendo el modelo económico-financiero que comparten PNV y PP.
Precisamente por eso, las elecciones de mañana, que marcarán el diseño y la línea a seguir en Kutxabank, son una oportunidad única para que quienes aspiramos a otro modelo social y económico dejemos atrás nuestros desencuentros y seamos capaces de iniciar una etapa de trabajo en común que permita terminar, pero de verdad, con los desahucios y garantizar el carácter público y social de las tres cajas y de Kutxabank, además de cerrar las puertas a su privatización. La sociedad vasca no necesita otro BBVA, sino un banco público que esté realmente a su servicio, al de las personas, de las familias, del tejido productivo, de los autónomos, de la pequeña y mediana empresa, y completamente alejado de cualquier interés o afán especulativo.
La sociedad vasca no necesita un banco que desahucie a las familias que por culpa de la crisis hoy no pueden hacer frente al pago de sus hipotecas. Es una convicción compartida por las miles de personas que el sábado nos manifestamos en Bilbao contra los desahucios y los recortes sociales. Coherencia es, por lo tanto, lo que hay que exigir a todos quienes así manifiestan y a aquellos que, como el PSOE, aquí y en Madrid pretenden aparecer como contrapeso a las políticas económicas de la derecha, sea ésta vasca o española.
Por eso resulta sorprendente, además de triste, preocupante e indignante, que, según se ha anunciado, un partido que se dice de izquierdas, el PSE, vaya a apoyar mañana en la Asamblea de Kutxa el modelo de caja y de banco de la derecha, el que plantean PNV y PP, dando así la espalda a la única candidatura de izquierdas, la de Bildu, que puede promover con eficacia un giro hacia lo público y lo social en las políticas ya no solo de la propia Kutxa, sino también en Kutxabank.
El PSE confirma una vez más su completa integración en el modelo PNV-PP, pero también la actitud de algunos sindicatos, su apoyo al dúo PNV-PP, su aval al modelo de los desahucios, son absolutamente contradictorios con su discurso sindical, chocan frontalmente con el sentido común y carecen de toda lógica.
Son esas contradicciones, ese abismo entre discurso teórico y acción diaria, las que resultan incomprensibles para el común de los mortales. El apoyo sindical o el del PSE a la pareja PNV-PP en Kutxabank puede convertirse mañana en el paradigma de todo ello. Esperemos, no obstante, que no sea así; quienes aspiramos a otro modelo de banco, público y social, aún estamos a tiempo.