El inicio formal de la segunda fase del diálogo entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC se vio eclipsado por el alto el fuego unilateral decretado por la guerrilla. «El Secretariado de las FARC-EP ordena a las unidades guerrilleras en toda la geografía nacional el cese de toda clase de operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública y los actos de sabotaje contra la infraestructura pública o privada durante el periodo comprendido entre las 00.00 del día 20 de noviembre de 2012 hasta las 00.00 del día 20 de enero de 2013», anunció ayer Iván Márquez, jefe del equipo negociador de la guerrilla, a la entrada del Palacio de Convenciones de La Habana, donde se desarrolló la reunión con la delegación del Gobierno, encabezada por Humberto de la Calle.

«Esta decisión política de las FARC-EP es un contribución decidida a fortalecer el clima de entendimiento necesario para que las partes que inician el diálogo alcancen el propósito deseado por todos los colombianos», manifestó. En este sentido, reiteró que quieren mostrar su voluntad de «generar un medio ambiente político propicio para el avance de las conversaciones, en aras de alcanzar el compromiso de acordar un verdadero Tratado de Paz que ponga fin al conflicto social y armado, como es el anhelo de la mayoría de los colombianos».

Hasta el momento, el Gobierno colombiano se ha opuesto de forma tajante a un cese de las hostilidades, dejando claro en multitud de comparecencias que mantendrán las operaciones militares.

De hecho, desde la constitución de la mesa de diálogo el 18 de octubre en Oslo, han muerto al menos medio centenar de guerrilleros y seis uniformados.

Sobre la posibilidad de que las FARC declarasen una tregua por Navidad a petición Colombianos y Colombianas por la Paz, con lo que se especulaba en los últimos días en Bogotá, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo que era una medida «incoherente».

El presidente, Juan Manuel Santos, también rechazó esta idea desde la Cumbre Iberoameriana de Cádiz. «Hay algunos que están proponiendo treguas, cese del fuego. Mi respuesta ha sido clara y contundente: no hay tregua ni cese del fuego. Si quieren adelantar el cese del fuego para humanizar el conflicto, lo que queremos nosotros es finalizarlo, no humanizarlo», destacó.

Ya en Oslo, Márquez emplazó al Gobierno a que no vea un hipotético alto el fuego como una concesión a la guerrilla sino como un aporte al diálogo. Ayer, le instó a que cese también «la guerra social impuesta con sus reformas y leyes».

«Desventurado ha sido 2012 para los colombianos que sufren las consecuencias de estas políticas y justo sería que en tiempos de Navidad el régimen de Juan Manuel Santos y las clases dominantes anunciasen el cese de la guerra impuesta con sus reformas y leyes de miseria y hambre», remarcó en la declaraciones leída ante los medios.

La izquierda abertzale valoró positivamente este alto el fuego e invitó a Bogotá a «dar pasos en el mismo sentido. Una decisión de este tipo ayudaría a asentar las conversaciones de paz. El diálogo y la negociación son el camino para resolver cualquier conflicto».