Copé gana a Fillon la presidencia de la UMP por un escaso centenar de votos
La comisión electoral interna de la UMP proclamó anoche oficialmente a Jean-François Copé vencedor de las primarias, en las que se impuso por menos de un centenar de votos a François Fillon. Tras la tensión vivida en el recuento, Copé apeló a la unidad.
GARA | PARÍS
El gran partido de la derecha francesa, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), se levantó ayer con la incógnita de saber quién es su nuevo líder, después de que en la jornada electoral del domingo sus dos candidatos en liza, Jean-François Copé y François Fillon, denunciaran irregularidades y dijeran haber resultado vencedores.
Copé, actual secretario general de la UMP, indicó que su candidatura obtuvo un millar de sufragios más que la del ex primer ministro, mientras que este defendió haber superado a su contrincante por 224 papeletas.
La comisión interna encargada de validar los resultados reanudó ayer la labor suspendida el domingo por la noche y el resultado se conoció 24 horas después de lo esperado y tras un cruce de acusaciones entre los aspirantes. Copé, discípulo de Nicolas Sarkozy, logró el 50,03% de los sufragios, frente al 49,97% de Fillon. Según el recuento interno, el vencedor recabó 87.388 votos, mientras que el antiguo jefe del Gobierno contabilizó 87.290 papeletas.
Tras oficializarse su victoria, Copé apeló a la unidad y subrayó que «el adversario es la izquierda» en un intento de cerrar el duelo abierto entre los partidarios de uno y otro aspirante.
La rivalidad alcanzó tal nivel que provocó la intervención del exministro de Exteriones y fundador de la UMP Alain Juppé, quien advirtió a Copé y Fillon que el partido corre el riesgo de romperse. «El movimiento sale dividido y debilitado de esta confrontación prematura. A lo largo de la campaña, se trató menos del futuro de la UMP que del de dos protagonistas obsesionados por vencer (la elección presidencial) en 2017», criticó Juppé. «Lanzo un auténtico grito de alerta, es la propia existencia de la UMP lo que está en juego hoy», subrayó. «Hay que salir de esta confrontación de lamentable», sostuvo.
Prácticamente en la misma línea, el exministro Bruno Le Maire apuntó que «el surrealismo está bien para un domingo por la noche, pero no puede durar mucho tiempo».
Los medios de comunicación franceses hablaban ayer de «crisis abierta» y de «fractura» en UMP, reflejando el ambiente que a primeras horas de la mañana no tenía visos de calmarse.
Unos 300.000 militantes fueron llamados a escoger al nuevo líder para los próximos tres años, un puesto capital para colocarse en la posición de cabeza para las próximas elecciones presidenciales francesas.
Nicolas Sarkozy ha sido citado a declarar el jueves ante un juez de Burdeos por la posible financiación ilegal de su campaña electoral en 2007 en el marco del «caso Bettancourt», que investiga si la heredera del imperio L'Oreal realizó una donación ilegal a la campaña del expresidente.