El Betis de Pepe Mel se está destapando como una de las revelaciones de la Liga BBVA. Cuarto clasificado con 31 puntos, el conjunto verdiblanco exhibe competitividad, tenacidad, talento y velocidad en cada encuentro. Con un 4-2-3-1 como formación base y con sus consignas de juego sumamente asimiladas, el Betis es un equipo ancho y vertical, con un gran juego sin balón y con unas efectividad de cara a puerta sorprendente. A continuación, enumeramos y analizamos las principales virtudes y debilidades del conjunto andaluz.

Entre sus fortalezas, su capacidad de sufrimiento sin balón, y es una evidencia que el Betis se siente más cómodo sin el esférico en los pies; la transición ofensiva, donde la premisa es clara: robar y salir rápido, con Beñat como lanzador y Rubén Castro como ejecutor del contragolpe; su banda izquierda, y es que casi la mitad de los ataques del conjunto bético se desarrollan en el carril zurdo, el único sector donde encuentran profundidad en su juego con asiduidad, y aun así sigue sorprendiendo a los rivales.

Entre sus debilidades encontramos el juego por los extremos, donde el juego exterior del Betis sigue siendo escaso, especialmente por el carril diestro; su defensa por fuera, donde ya desde la temporada pasada los laterales béticos se presentaban como la debilidad más notoria, cosa que se compensan con la gran altura a la que están rayando sus centrales; y el ataque posicional, un equipo que necesita espacios, metros para correr, y sin ellos, su peligro disminuye.