El presidente del Gobierno español y del PP, Mariano Rajoy, avaló ayer las explicaciones de la dirección de su partido al negar el cobro de sobresueldos en dinero B por parte de miembros destacados de su formación y prometió que no le «temblará la mano» si llega a tener conocimiento de que se han producido prácticas irregulares.

Después de varios escándalos de corrupción en los que están implicadas destacadas figuras del PP y en medio de una ola de informaciones sobre Luis Bárcenas, exsenador y extesorero del partido que acumuló hasta 22 millones de euros en cuentas en Suiza, Rajoy no pudo seguir eludiendo referirse a la cuestión, aunque en ningún momento mencionó su nombre.

Aunque en su discurso no negó explícitamente la existencia de sobres de dinero B para dirigentes del PP, Rajoy dio por buenas las explicaciones que el viernes ofreció la dirección del partido negando con rotundidad que los altos cargos del partido hayan recibido sobresueldos en esta etapa o en anteriores.

Responsabilidades

No obstante, y sin perder la compostura, agregó que «si alguna vez tengo conocimiento de irregularidades o de conductas impropias que afecten a militantes de nuestro partido, no me temblará la mano porque es una de mis responsabilidades, y no la menor. Una de mis responsabilidades es que el PP se siga comportando y siga siendo percibido como un gran partido de personas honradas y dedicadas a mejorar la vida de su país», declaró en la clausura de la XX Intermunicipal que el PP celebró ayer en Almería.

Rajoy aseguró que «no es aceptable que se diga que en política todo es sucio, porque no es cierto y porque además es injusto» y quiso dejar claro que el último escándalo de corrupción relacionado con el PP afecta a personas que tenían responsabilidades en el partido pero que «ahora ya no están». «El partido actuó y se adoptaron las responsabilidades políticas», agregó Rajoy, quien subrayó que el asunto está en los «tribunales» y son estos los que tienen que actuar en este momento.

De Cospedal, que estos últimos días ha insistido en que Bárcenas ya no pertenece al partido y por lo tanto la cuestión está zanjada, anunció ayer en Lugo que el PP va a «volver a revisar la gestión» de su época como tesorero y gerente para «demostrar» que el partido tiene las «manos limpias».