BALONCESTO Uxúe Bilbao Basket vuelve a ganar
Los hombres de negro salen vivos de su Triángulo de las Bermudas
Sin mostrar regularidad en su juego, Bilbao Basket se aprovechó de sus chispazos en el tercer cuarto para escaparse del Gran Canaria y lograr una victoria balsámica. La resistencia del australiano Newley complicó el final del partido, solventado con un parcial de 7-0.
UXUÉ BILBAO BASKET 81
GRAN CANARIA 70
Arnaitz GORRITI
Como si del Triángulo de las Bermudas se tratase, Uxúe Bilbao Basket y Gran Canaria jugaron un partido desnortado, lleno de equívocos y equivocaciones, decisiones incorrectas y, a veces, buenas acciones. Al final, tal vez por su condición de local, fue la escuadra bilbaina la que llegó a buen puerto. Después del desastre de Riga, hay que darlo por bueno, aunque todavía falte mucha regularidad en el juego bilbaino.
Resultó un duelo bastante extraño, tanto en el juego como en el propio arbitraje. Los hombres de negro, con Raül López de titular en detrimento de Zisis, tardaron en hacerse al ritmo del partido. El base de Vic era el que mejor saltaba a la cancha junto con Hervelle, pero Mumbrú se mostraba cabreado con el mundo mientras que el Gran Canaria sumaba las primeras ventajas gracias a cargar el rebote de ataque y acierto en el triple.
Los hombres de negro entraban en el choque gracias a hacer encajar sus piezas. Por ejemplo, la aparición de Rakovic, más entonado que Hamilton, y muy listo ante el gigantón Tavares, al que sacaba de la zona para penetrar sin balón y recibir asistencias desde la bombilla, o los triples de Moerman y Vasileiadis para desahogar un ataque local excesivamente volcados al juego interior.
Mientras, los de Pedro Martínez actuaban de espejo, reproduciendo los errores locales, con un número exagerado de balones perdidos -varias de esas pérdidas sin lanzar a canasta- y aguantando a base de tiros libres. Con todo, en el cúmulo de aciertos y errores, Bilbao Basket sacaba ligeramente la cabeza al descanso, 39-36, gracias a los recursos de Rakovic, que era quien mayor calma mostraba en un parqué imantado.
Parciales para ganar
Los hombres de negro se impusieron tras el descanso, gracias a sendos parciales: al inicio del tercer cuarto y al final del último. Alex Mumbrú, en esos momentos de lucidez, dejó de pelearse consigo mismo y se decidió a liderar a los vizcainos. La renta local superaba al fin la decena de puntos, y parecía que Miribilla vería una victoria solvente.
Pero no. Brad Newley se echó a los «pío, pío» a la espalda, y arrastró a jugadores como Beirán o Toolson, llegando a la recta final del partido con un peligroso 67-63. Ahí llegó otro parcial de 7-0, con Mumbrú, Raül López y Hervelle tirando de galones, para ganar, aunque sea después de sufrir.
Contento y con ganas de reivindicar a los suyos, Fotis Katsikaris subrayó cómo sus muchachos volvieron a mostrar una «defensa y actitud» que consideró «recuperadas» durante los 40 minutos.
«Buscábamos recuperar nuestra identidad, nuestra defensa y actitud. Quiero subrayarlo, porque ha sido durante los 40 minutos. El primer objetivo era cerrar la pintura y lo hemos conseguido, ya que cualquiera nos lograba canastas fáciles, aunque por eso hemos cedido el rebote de ataque. Así, hemos logrado que ellos, con lo sólidos que son, se quedaran en 48% en tiros de dos», avanzó el preparador heleno.
«Con esa defensa hemos tenido velocidad en ataque, jugando con inteligencia. Estoy muy contento con el equipo», remachó.
Con todo, aceptó la «ansiedad» de sus jugadores, sobre todo de inicio. «Cuando vienes con un mal resultado y dando una mala imagen, quieres hacerlo todo bien desde el inicio y no siempre te sale. Hasta los veteranos con muchos partidos a la espalda tienen que soltar esa adrenalina, da igual si has jugado 5.000 partidos o tienes 40 años. Pero con el tiempo, nos hemos recuperando», dijo.
La crisis de resultados, el average recuperado respecto a Gran Canaria, tuvo la buena valoración del entrenador. «El equipo, al menos en la Liga ACB, está muy sólido, aunque puede estar mucho mejor. De hecho, el equipo tiene equilibrio y calidad como para resolver en los últimos minutos. El plan que teníamos era poner intensidad y, sin perder la concentración, que si nos van a ganar es que sea por el mérito del rival», acababa Katsikaris.
A. G.