Lance Armstrong negó, hasta en tres ocasiones, la versión de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) que decía que un representante del tejano hubiese intentado dar una donación para comprar su silencio.

Esta rotunda negación la ofreció en la segunda parte de la entrevista concedida a la periodista Oprah Winfrey y que fue emitida en la noche del viernes. «Estabas tratando de pagar a la USADA?», le preguntó la presentadora al corredor. Este, de forma energética y sin dilación, respondió con un categórico «no, eso no es cierto», y volvió a repetir: «Eso no es verdad».

El tejano se mostró «arrepentido» de todo lo que hizo durante su carrera con el dopaje y por haber fallado a los que siempre confiaron en él. Sin embargo, ello no le impidió volver a enfrentarse a la USADA, como ya lo hiciera en la primera parte de la entrevista. Entonces negó la versión en la que se le acusaba de haberse dopado cuando volvió a competir en 2009 y 2010.

Al margen de su actitud hacia la agencia antidopaje de su país, la segunda parte estuvo más centrada en los efectos económicos y personales que está sufriendo tras la suspensión de por vida y sobre su futuro.

Pérdida de 75 millones de dólares

En el primer apartado, el económico, el tejano admitió haber perdido 75 millones de dólares en patrocinadores en solo unos días. «La llamada más difícil fue la que me hizo Nike para comunicarme que no podían seguir con el apoyo y lo mismo sucedía con los de mi Fundación Livestrong», la organización benéfica contra el cáncer que él mismo fundó y que ha vendido en el mundo más de 80 millones de pulseras de goma amarillas.

«Livestrong es como mi sexto hijo», destacó Armstrong. «Tomar la decisión de hacerse a un lado era algo muy grande de asumir y difícil de hacer. Era lo mejor para la organización, pero duele como el infierno. Ese fue el momento más difícil de todo. Espero que pueda sobrevivir sin mí», sentenció.

Por su parte, Oprah Winfrey le preguntó sobre su exesposa, Kristin, quien afirmó que sabía lo suficiente sobre el dopaje y todas las mentiras en las que estaba envuelto. Armstrong admitió que gracias a ella, a sus ruegos y a las peticiones que le hizo de que se apartase de todo eso fue lo que le hizo volver limpio.

«Ella me dijo: `Puedes hacerlo con una condición: que nunca vuelvas a cruzar de nuevo la línea de dopaje'», recordó.

Finalmente, Lance Armstrong perdió la compostura cuando le tocó hablar de sus hijos. «¿Qué le dijiste a tu hijo? (Luke, de 13 años)», le preguntó Winfrey. «Le dije: `Mira, ha habido un montón de preguntas acerca de tu padre, de mi carrera; que si me he dopado o no. Siempre he negado eso y yo siempre he sido implacable y desafiante. Vosotros lo habéis visto, por eso tengo confianza para hablar ahora y no haceros más daño'», dijo.

«Quiero volver a competir»

El tejano tuvo que hacer varias pausas y controlar las lágrimas antes de poder seguir con la conversación. «Y bueno, le dije a Luke...», de nuevo una pausa pronunciada para reponerse. «Le dije: `No me defiendas más. No lo hagas... lo siento'».

Pese al descrédito que han supuesto para su figura las acusaciones de dopaje, Lance Armstrong admitió que «quiero volver a competir. No en el Tour de Francia, pero hay un montón de cosas que podría hacer si tuviera la posibilidad».