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INTERVENCIÓN OCCIDENTAL EN MALI

La toma de rehenes de Argelia finaliza con otra masacre

La crisis de los rehenes que estalló el pasado miércoles en las instalaciones de gas argelinas de In Amenas, en el sudeste del país, la primera de su género desde la sangrienta década de los 90, finalizó ayer de manera trágica con la muerte de los últimos siete cautivos extranjeros y de quienes los habían capturado. El asalto contra la planta comenzó el miércoles, cinco días después de que la aviación francesa lanzara sus ataques aéreos en Mali contra núcleos salafistas.

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GARA | ARGEL

Fuentes de los servicios de seguridad argelinos afirmaron que el último asalto se produjo ante la certeza de que los «terroristas» (integrantes de una célula salafista escindida de Al Qaeda en el Magreb Islámico, AQMI) habían decidido suicidarse en grupo tras perder toda esperanza de escapar con los rehenes y una vez que se comprobó que habían comenzado a matar a los secuestrados. Argel había preparado su versión para sortear la presión de los gobernantes occidentales que le han criticado su decisión de asaltar la planta de gas tomada por jihadistas.

La agencia oficial APS y la televisión estatal argelina confirmaron que las fuerzas especiales del Ejército lanzaron por la mañana la última operación contra los once hombres armados que todavía resistían en una zona de las instalaciones, fuertemente armados y con explosivos adosados al cuerpo, según habían asegurado los propios asaltantes.

Sin embargo, según las fuentes de seguridad, cuando las fuerzas especiales intervinieron y mataron a los jihadistas de la denominada brigada de «Los que firman con sangre», los siete rehenes extranjeros, cuyas nacionalidades aún se desconocen, ya estaban muertos.

Antes de la confirmación del trágico final, medios locales habían informado de que durante la noche habían sido liberados siete rehenes de nacionalidad japonesa, irlandesa e india y de que se habían descubierto los cadáveres calcinados de otras quince personas, al parecer tanto de captores como de cautivos.

792 rescatados

Según un comunicado del Ministerio argelino de Interior difundido tras el fin del asalto, en la operación de rescate -que comenzó el jueves y finalizó ayer al mediodía- murieron al menos 23 rehenes argelinos y extranjeros, cuyas identidades no han sido desveladas, y 32 jihadistas. Asimismo, fueron rescatados 107 trabajadores extranjeros y 685 argelinos, dato que han destacado en todo momento los medios afines al régimen de Buteflika.

Al parecer, el grupo armado también intentó provocar un incendio en la planta. Según dicha versión, los trabajadores de las instalaciones, apoyados por fuerzas del Ejército, lograron sofocar el incendio.

La compañía estatal Sonatrach, que explota la planta de gas junto a la británica BP y la noruega Statoil, aseguró en un comunicado que los agresores habían colocado minas en varios puntos de este vasto complejo, aislado en mitad del desierto y situado a 40 kilómetros de In Amenas y a un centenar de la frontera libia.

El comunicado agregó que el objetivo del grupo asaltante era volar las instalaciones de gas de esta planta. «Se está llevando en estos momentos una operación de desminado por equipos especializados del Ejército argelino antes de que se retome la activad de la planta», informó la nota oficial.

La planta de In Amenas se inauguró en 2006 y su capacidad de producción se eleva a nueve millones de metros cúbicos, lo que supone alrededor del 12% de la producción de Argelia y el 18% de sus exportaciones.

No obstante, el ministro argelino de Energía, Yusef Yusfi, manifestó ayer que las exportaciones de gas no se han reducido como consecuencia del ataque y la toma de rehenes.

«Nuestros socios no se han visto afectados por la situación. No hemos reducido nuestras exportaciones de gas, sino que simplemente hemos compensado la falta de producción» que se estaba detectando en la planta afectada, con un incremento «del flujo de otros yacimientos», dijo el ministro a la agencia oficial argelina.

Libia se desmarca

Por su parte, el primer ministro libio, Ali Zidan, negó que la célula salafista «Los que firman con sangre», perteneciente a la llamada «Brigada de los enmascarados», que lidera el argelino Mojtar Belmojtar, hubiera preparado el ataque desde Libia, como sostienen las autoridades argelinas.

«La organización terrorista que atacó la base petrolera en In Amenas provenía de Libia y la operación fue planeada y supervisada por el terrorista Mojtar Belmojtar desde territorio libio», dijo el jueves el ministro argelino de Interior, Daho Uld Kablia.

El pasado diciembre, Belmojtar creó la célula que lanzó el ataque para responder ante una eventual intervención militar internacional contra los rebeldes salafistas que controlan el norte de Mali y que hace algo más de una semana comenzaron una ofensiva en dirección sur, la cual fue detenida por la intervención de las fuerzas francesas apoyando a las tropas regulares malienses.

GARA | TINZAWATANE

Un año después de comenzar la insurrección contra el Gobierno de Mali, el movimiento independentista tuareg del MNLA realiza una autocrítica por la pérdida de dinamismo en medio del conflicto y plantea una solución dialogada.

El conflicto de Mali ha dejado arrinconada la demanda independentista, después de que los grupos islamistas tomaran el control de la zona y de que el lenguaje belicista que acompaña a la intervención francesa centrara la crisis en «la lucha contra el terrorismo».

Mientras al sur seguían los combates entre islamistas y el Ejército de Mali, apoyado por tropas francesas, el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), que comenzó la insurrección contra el Gobierno de Bamako, ha llevado a cabo su segundo congreso en Tinzawatane, una localidad junto a la frontera libia en la provincia de Kidal.

Hace un año, el MNLA, constatando el abandono en el que el Gobierno mantenía a la población del territorio tuareg y el incumplimiento de los acuerdos que finalizaron con la última revuelta en 2009, decidió que era hora de romper con Mali y comenzó la lucha armada por la autodeterminación. El avance, junto a grupos islamistas como Ansar Dine, desalojó al Ejército. Fue rápido -alentado por la llegada de armas y combatientes de la guerra libia- y se aceleró aún más cuando un golpe de Estado destituyó al presidente Amadou Toumani Touré.

El 6 de abril el MNLA proclamó la independencia de Azawad. Pero en junio los grupos islamistas -Ansar Dine, aliado con AQMI (Al Qaeda) y Mujao- expulsan al MNLA de Tombuctú, Kidal y Gao, las principales ciudades, e implantan una rigurosa ley islámica. Lucharon juntos y los miembros de Ansar Dine son también tuareg, pero su objetivo era extender la sharia a todo Mali.

Dura autocrítica

El MNLA, laico, participó en la negociación en Costa de Marfil con el Gobierno y pactó un acuerdo con Ansar Dine para impulsar el diálogo. Pero el compromiso de los islamistas no duró mucho y la intervención francesa ha acabado por enterrar el origen independentista y laico de la revuelta.

balance oficial

El Ministerio de Interior argelino ha informado de que el balance final del asalto a la planta gasística de In Amenas es de 32 milicianos y 23 rehenes muertos. Esta cifra incluye a todos los fallecidos desde que el pasado miércoles un grupo de milicianos islamistas tomaran las instalaciones capturando a centenares de trabajadores.

VENGANZA EN GAO

Los habitantes de la ciudad septentrional maliense de Gao, controlada por salafistas, mataron ayer a un jefe de la «policía islámica», como venganza por la muerte de un periodista local que trabajaba para una radio francesa por parte de dichos salafistas.

ABUSOS DEL EJERCITO

La ONG Human Rights Watch ha recibido «informes creíbles de que en Mali se están produciendo graves abusos contra la población civil» que vive en los alrededores de la ciudad de Niono, incluidos asesinatos, por parte de las fuerzas de seguridad del país.

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