Antonio ÁLVAREZ-SOLÍS | Periodista
Las cuentas del capataz
Recordé la historia mientras la Sra. Cospedal explicaba los ingresos de su presidente, Sr. Rajoy, rodeándolos de elogio a su honestidad presidencial. Incluso se hacía notar que el acceso a la jefatura del Gobierno le había supuesto una mengua de los haberes que antes disfrutaba como presidente del PP. «¡Quieren ustedes mayor sacrificio!», parecía afirmar la Sra. Cospedal con el gesto. Y yo paré en seco la lectura de la información y repasé las partidas. En las declaraciones del Sr. Rajoy no constaban los gastos de su vivienda en la Moncloa; los cargos por electricidad, gas y calefacción; los salarios de la servidumbre; el desembolso por el transporte; el IBI, la alimentación... ¿Y con que dinero se abonaba? Ya sé que todo lo apuntado puede cargarse a gastos de protocolo o a los fondos de libre disposición, que son fastuosos. En fin, cosas satisfechas por el país. Dada esta realidad al presidente se le pueden pagar cuatro euros y ahorra. Entonces murmuré la frase: «Tache usted las cuentas, doña Dolores, que veo que no pasan».