Zangoza reclama que se pare el recrecimiento por inseguro
La calle Mayor de Zangoza aparecía ayer repleta de personas que reclamaban la paralización de las obras de recrecimiento del embalse de Esa, después de que la semana pasada un deslizamiento de tierras en la ladera derecha obligara a desalojar 60 viviendas.
Martxelo DÍAZ
Cientos de vecinos de Zangoza, entre los que se encontraba el alcalde (Ángel Navallas, APS), y de localidades de la zona como Oibar, Irunberri, Kaseda o la aragonesa Artieda se concentraron para exigir a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que priorice su seguridad frente a los oscuros intereses que han impulsado hasta el momento el proyecto de recrecimiento del embalse de Esa.
En este sentido, la iniciativa Yesa + No, convocante de la concentración de ayer, recordó que quien colocó la primera piedra de las obras en mayo de 2001 fue Jaume Matas, entonces ministro español de Medio Ambiente y posteriormente condenado por corrupción. Junto a ello, subrayaron que llevan años denunciando las irregularidades y los peligros que supone el recrecimiento. «Ahora, la naturaleza nos da la razón», destacaron.
Y es que la semana pasada fue la ladera derecha la que sufrió el deslizamiento, provocando el desalojo de 60 viviendas de las urbanizaciones Lasaitasuna y El Inglés de Esa, pero los deslizamientos se han producido también en la izquierda desde hace años, obligando a la CHE a realizar tareas de estabilización, que le han llevado a gastarse ya 81 millones de euros cuando ni siquiera han empezado las obras. Hay que tener en cuenta que el presupuesto del recrecimiento se ha multiplicado por tres desde que Matas puso la primera piedra.
En la concentración se recordó que ya en 1930, cuando comenzaron las obras de la actual presa, se registró el primer deslizamiento en la ladera derecha y que la tierra volvió a moverse en esa zona también en la década de 1960.
Los concentrados exigieron que se depuren responsabilidades en la CHE y que ahora se gaste todo lo que sea necesario para garantizar la seguridad de los vecinos que viven a orillas del río Aragón.
En este sentido, rechazaron los argumentos dados por el presidente de la CHE, Xavier de Pedro, de que las lluvias han provocado el deslizamiento y que el recrecimiento es la garantía de que la tierra no volverá a moverse.
Yesa + No insistió ayer en que la única garantía para asegurar que no se producirán nuevos deslizamientos es parar las obras del recrecimiento y mostraron su preocupación por el hecho de que estos sucesos se hayan registrado cuando el embalse está prácticamente lleno, lo que incrementa el peligro.
Navallas recordó que en octubre de 2011 el Ayuntamiento de Zangoza aprobó una moción en la que se reclamaba la paralización del recrecimiento. Ayer, ante sus vecinos, se reafirmó en este compromiso. El Ayuntamiento de Chaca votará el próximo miércoles una moción similar.
Luis Solana, portavoz de la asociación Río Aragón, confiaba en que la constatación de que las laderas de Esa son inestables, «algo que llevamos años denunciando», sirva para que la CHE reflexione y paralice los trabajos, una esperanza que comparte con Israel Orera, concejal en Artieda de Puyalón de Cuchas (izquierda independentista aragonesa).
Vecinos de Zangoza valoraban favorablemente la asistencia, aunque algunos echaban en falta a más gente. «¿Qué necesitan? ¡Han desalojado 60 casas!», señalaban.