Martxelo Díaz Periodista
Suspenso en productividad
En estos tiempos de crisis se suceden los llamamientos de empresarios y/o banqueros dirigidos a los trabajadores exigiendo más productividad, traducida en trabajar más y cobrar menos. Todo ello, con añadidos del tipo «tenemos que salir de esta entre todos», igualando en el esfuerzo a los responsables del desaguisado y a las víctimas del mismo.
Quien no cumplió los mínimos exigidos de productividad fue Enrique Goñi en su comparecencia del martes en el Parlamento navarro. Horas empleadas, trece y media (con pausa para comer, eso sí). Datos novedosos aportados, aclaración de puntos oscuros o respuestas a las preguntas planteadas por los grupos de la oposición, cero. Coge este balance un burócrata del FMI de los que elaboran informes de los que citaba el martes Goñi para justificar la desaparición de la CAN y le mete un puro de los buenos. Analiza un gerente de los que aplican ERE la aportación de Goñi en el Parlamento y le pone el primero en la lista de quienes tienen que abandonar la empresa.
El único que valoró positivamente la aportación de Goñi fue Roberto Jiménez. Para lo único que valieron las trece horas y media de parrafada, circunloquios y power points que vivimos el martes en el Parlamento fue para que el PSN se mostrara satisfecho con las «explicaciones» y manifestara que ha quedado claro que no es necesaria la constitución de una comisión de investigación sobre la desaparición de la CAN, de esa caja de ahorros que actualmente solo ve Goñi.
El PSN fue el único que salió contento del Parlamento porque ya tiene la excusa para volver a dar la espalda a una demanda de la mayoría de la sociedad navarra, que exige conocer qué pasó con la caja. Los tribunales ya están haciendo su trabajo, investigando la labor del propio Goñi y del expresidente Miguel Sanz. Mientras, el Parlamento se está mostrando inoperante, debido al bloqueo del PSN, para realizar el trabajo que le corresponde, aclarar las responsabilidades políticas. Visto lo visto, una comisión de investigación aparece ahora como más necesaria que nunca.