Marcelo Bielsa aprovechó la rueda de prensa previa al derbi -ahora comparece dos días antes del partido- para aclarar algunas informaciones publicadas sobre las razones de la suplencia de Gorka Iraizoz en el último partido de Málaga y de la titularidad de Raúl Fernández bajo los palos de La Rosaleda, cuestión a la que dedicó la mayor parte de su alocución.

El técnico rosarino quiso puntualizar que no tuvo ninguna intención en retrasar que su decisión se hiciera pública. «Yo la información de la formación del equipo la doy después de dársela a los jugadores. Nunca postergo intencionadamente ofrecer los datos de la formación, porque como es un elemento inevitablemente público, sería absurdo que yo actuara negando o postergando esa información. Por lo cual, la información de la sustitución de Iraizoz la di o no la di como en todas las ocasiones anteriores en que me tocó expresar cómo se formaba el equipo», aclaró el argentino.

Sobre la posible influencia que pudieron tener los pitos del público de San Mamés a Iraizoz durante el partido contra el Espanyol, Bielsa quiso dejar claro que ese no fue el motivo de su decisión. Para demostrarlo, recordó que aquel domingo «no fue la primera vez que el público se manifestó en contra de Iraizoz» y, a pesar de ello, nunca antes lo había sentado. «Iraizoz ya fue rechazado por el público, fue mantenido por mí en el equipo, y demostró su carácter y personalidad porque después de ese rechazo tuvo algunas de sus mejores actuaciones».

Las verdaderas razones para dejar a Iraizoz en el banquillo, como explicó el entrenador con gran énfasis, fueron las relacionadas con «aspectos deportivos, vinculados con la frecuencia con la que Iraizoz cometía errores en los partidos, a la frecuencia del acierto/error, que fue apretándose y los errores aparecieron con más frecuencia».

En ese sentido, sobre la mención que el propio Bielsa hizo tras el choque de Málaga a las críticas de la grada hacia Gorka, el técnico admitió que «no puedo desconocer esa importancia», porque «a ningún jugador le puede dar igual que su afición lo apoye o no lo apoye, especialmente en un arquero». Volviendo a dejar claro, no obstante, que «mi decisión de sustituir a Iraizoz está basada exclusivamente en factores deportivos, y no anímicos o de apoyo o rechazo del público».

Un tema que, a la vista de su reacción en la sala de prensa, preocupa especialmente a Marcelo Bielsa. Por un lado, lamentó el tomar la decisión «por encima de la natural necesidad que tiene un ser humano, en este caso un entrenador, de ayudar y de acompañar a alguien que recibe el rechazo de su público».

Por el otro, descartó que Iraizoz esté marcado de por vida en el Athletic, porque «es el mismo arquero que después de ser rechazado, reprobado por la Catedral, tuvo una gran actuación contra el Sevilla, y el mismo que nos permitió ganar 3-0 contra el Atlético de Madrid con una actuación desde mi punto de vista absolutamente memorable».

Para zanjar los temas referentes a la portería, Bielsa negó categóricamente que la titularidad de Kepa Arrizabalaga en el Bilbao Athletic el pasado fin de semana tuviera nada que ver con la presencia de Raúl en el once inicial del primer equipo. «Las únicas ocasiones en que solicito participaciones es cuando un jugador, como en el caso de Ramalho, Ibai, Martínez o Ruiz de Galarreta, tienen necesidad de rodaje porque no participan en el primer equipo», desveló, dejando claro que lo habla antes con Amorrortu o Ziganda.

«La Real recibe golpes»

Bielsa se extendió bastante menos cuando se le pidió que analizara el peligro del ataque realista, o cuando se le preguntó por los ocho partidos consecutivos que lleva la Real acabando en superioridad númérica. Sobre lo primero, el entrenador del Athletic se limitó a decir que «las ofensivas rivales siempre son motivo de atención especial por parte nuestra, considerando las individualidades y el funcionamiento. En este caso también, acentuado por la capacidad goleadora demostrada por el ataque de nuestro rival»

Respecto a las expulsiones de los rivales de la Real, Bielsa lo interpretó diciendo que «la Real recibe golpes. Esa es la conclusión que corresponde en cuanto las expulsiones se suceden por acciones violentas. No tengo registradas si todas son así. No analizo una por una las expulsiones sufridas por los rivales».