Españoles «bulgarizados» y chinos en el Mossad israelí
Dabid LAZKANOITURBURU Periodista
Cada vez son más los ciudadanos que no pueden pagar una factura eléctrica exorbitante. La liberalización -léase privatización monopolística- del sector ha generado, junto con la depauperización de gran parte de la sociedad, una situación insostenible.
La población exige la dimisión del Gobierno de derechas, que justifica los draconianos recortes sociales por el cumplimiento de las directrices de la Unión Europea. Pero está a la vez harta de los socialdemócratas, hoy en la oposición pero que al fin y al cabo hicieron lo mismo cuando disfrutaron -en el sentido más lúdico del verbo- del poder. Y está harta de la corrupción, tanto de unos como de otros.
Esta descripción de la situación vale tanto para España como para Bulgaria. ¿Se ha «bulgarizado» España o es Bulgaria la que se ha españolizado? Eterno dilema que se salda a favor de los eslavos. Y es que estos han conseguido siquiera tumbar al Gobierno del populista Boiko Borisov, quien ha decidido, inteligente, provocar nuevas elecciones con la esperanza de volver a ganarlas. Rajoy ni eso. Por lo menos de momento.
Dando un salto en el espacio, que no en el tiempo, los EEUU de Obama han dado esta semana por iniciada la Ciberguerra Fría tras acusar a China de miles de ataques informáticos contra empresas y organismos públicos.
Resulta sorprendente que Washington haya tardado tanto en constatar este nuevo tipo de guerra, cuando es líder mundial en innovaciones tecnológicas y bélicas y cuando su aliado, el Mossad israelí, lleva años saboteando desde la red el programa nuclear iraní. ¿Se habrán convertido los chinos al judaísmo? Al final va a ser eso.