La presidenta del comité de empresa del Ayuntamiento de Gasteiz, Mónica Gómez Segura, denunció ayer que, aunque todos los conserjes y oficiales de control llamados a la huelga indefinida la secundaron ayer, algunas instalaciones municipales permanecieron abiertas por orden del consistorio, como el frontón Ogeta.

Según los sindicatos, el viernes se cerraron los 24 centros municipales como consecuencia de este paro. No obstante, denunció que algunos fueron abiertos con el apoyo de policías locales, lo que supone, según su presidenta, una vulneración del derecho a la huelga, por la cual los trabajadores ya han presentado una denuncia en los juzgados de la capital alavesa.

Gómez Segura afirmó que todos los trabajadores secundaron esta segunda jornada de huelga, aunque precisó que permanecieron abiertos los gimnasios de Gamarra y de Mendizorroza, así como los frontones Jai Alai, por orden del gobierno municipal del PP.

No obstante, advirtió de que al haberse impedido el cierre de estas instalaciones, todo el sistema de seguridad de los mismos y lo que pueda suceder en éstos «queda bajo la responsabilidad del alcalde».

Explicó que agentes locales custodiaban los frontones para hacer posible que por la tarde se jugase en el frontón Ogeta la décima jornada de la liguilla del campeonato de parejas, que finalmente sí se disputó.

Entretanto, el campeonato europeo de Kickboxing tuvo que cambiar de escenario y, en lugar de celebrarse en el Pabellón de Mendizorroza, se disputó en la Ciudad Deportiva del Baskonia, BAKH. También cambió la hora y en lugar de a las 19:00 horas, el campeonato comenzó a las 20:00 horas.

La huelga también provocó la suspensión del concierto de Benito Lertxundi que estaba previsto en el Teatro Principal.

La presidenta del comité de empresa responsabilizó de la huelga al equipo de gobierno municipal, al tiempo que mostró la disposición de los trabajadores a negociar un acuerdo que debe pasar por el «mantenimiento del empleo público».

Los motivos fundamentales que han llevado al colectivo a la huelga son tres: defensa del empleo, mantenimiento de las condiciones laborales y lucha contra la imposición del plan del Ayuntamiento.

Aunque el Gobierno municipal asegura que el plan no implica destrucción de empleo, el comité considera que alrededor de 20 personas serán despedidas el 30 de junio al finalizar los contratos de programa.