Al final, no hubo duelo de bases, aunque Zisis se impuso por encima de los demás, mientras que sí hubo una importante batalla entre los jugadores... helenos, destacados todos en un partido con aroma de clásico -griegos en el parqué, romanos en la grada-. Al final, Uxue Bilbao Basket cumplió las expectativas al llevarse con suficiencia un derbi desigual aunque competido, ya que Lagun Aro GBC mostró mucha claridad de ideas y fe en su ideario, por encima del acierto y el error. Los bilbainos demostraron que su velocidad de crucero es mayor respecto a los guipuzcoanos, de modo Gipuzkoa Basket acabó pagando sus errores o bajones.

En cualquier caso, lo puso difícil la escuadra donostiarra, que jugó con las ideas claras por encima del acierto y el error. En ese sentido, Bilbao Basket pudo echar mano de su fondo de armario para replicar a un Gipuzkoa Basket de buen inicio, con Papamakarios y los minutos de calidad de Morris Finley -que pudo haberse cobrado alguna falta que otra más, sobre todo en los body checks con los que le tocó lidiar-. En un arranque sin rastro de la tensión vivida en Miribilla el martes pasado, los de Sito Alonso comandaron el juego y el resultado en un primer cuarto sin defensas, en el que una vez más se puso de manifiesto que a Hamilton le cuesta horrores mantener su concentración atrás y en el que, por contra, Vasileiadis, sin brillantez pero con tino, volvió a dar señales de vida.

De hecho, fue Kostas quien sostuvo a Bilbao Basket en el primer cuarto, antes de que Rakovic y Zisis empezaran a hacer de las suyas, en un trabajo de zapa, más parecido a una guerra por desgaste que a las escaramuzas relámpago que se esperaban en la previa.

Con Doblas y Papamakarios cargados de faltas, Woods quiso tomar la responsabilidad a base de triples, pero sin acierto. Así las cosas, Bilbao Basket, que además empezó a cerrar su aro, llegaba al descanso con una renta de siete puntos: 47-40.

Por aplastamiento

La resistencia guipuzcoana fue intachable. Pese a estar sufriendo por las faltas, David Doblas reclamó su protagonismo en el tercer cuarto. Superando a Hamilton con acciones al poste bajo y, sobre todo, leyendo la finta del bloqueo directo a las mil maravillas con Morris Finley. entre los dos anotaron 15 de los 20 puntos de Gipuzkoa Basket, en un último intento de resistencia numantina -otra vez los romanos- ante un Uxue Bilbao Basket que, de la mano de un Zisis imperial, mantenía su renta entre los cinco y los nueve puntos con suficiencia. La colaboración extra de hombres como Grimau ofrecía a los locales la seguridad de que el derbi de Miribilla no se iba a escapar.

Al final, hubo hasta conato de paliza. La quinta falta de Papamakarios, que bastante hizo con contener a Mumbrú al poste bajo, fue el golpe de gracia para los de Sito Alonso, toda vez que Paunic no ofrecía las mismas prestaciones que el «heleno del bando equivocado».

Con el choque finiquitado, Fotis Katsikaris dio entrada a Samb y Sergio Sánchez; este último se estrenó con una preciosa bandeja, levantando Miribilla, gracias a un corte muy bien ejecutado. En pleno festival bilbaino, un desmoralizado Lagun Aro GBC no evitó la última canasta de Moerman, un mate que suponía el aplastamiento total.