Italia parecía dirigirse anoche hacia un callejón sin salida, con una Cámara de los Diputados en manos del centroizquierda y un Senado sin una clara mayoría, como resultado -aún no definitivo- de unas elecciones legislativas marcadas por el boom del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del excómico Beppe Grillo y el hundimiento del primer ministro saliente Mario Monti, que queda en una posición casi irrelevante en ambas cámaras.

La tercera economía de la zona euro se encamina así hacia la ingobernabilidad tras unos comicios que auguran el bloqueo en el Parlamento y reabren el debate sobre la necesidad de una reforma de la ley electoral. El centroizquierda se impuso en número de votos, pero la remontada electoral de la coalición de derecha del ex primer ministro Silvio Berlusconi dio como resultado un Senado sin una mayoría clara, ya que pese a no haber obtenido más sufragios, el peculiar sistema electoral italiano volvió a ser protagonista al propiciar que tuviera -si se confirman los primeros datos y la proyección de voto- más escaños.

Con una participación del 75,17%, inferior en 5,33 puntos a la de los comicios de 2008, las primeras elecciones generales celebradas en invierno en la República de Italia ven la irrupción con fuerza de la antipolítica del cómico Beppe Grillo en el Parlamento, que se sitúa como el segundo partido en solitario más votado, y un balance que da la espalda al tecnócrata Monti que, tras trece meses de medidas de austeridad aplaudidas por Bruselas, no pasa del cuarto puesto y queda por debajo de las expectativas y lejos de las tres primeras fuerzas del país, que superan, cada una, la barrera del 20%.

Según los datos de escrutinio facilitados por el Ministerio del Interior con más del 90% de las secciones electorales escrutadas en el Senado, la primera de las Cámaras cuyo voto es recontado, la coalición de centroizquierda que lidera el Partido Demócrata (PD) de Pier Luigi Bersani fue la más votada, con el 31,79% de los sufragios, seguida de cerca por el centroderecha liderado por Partido de la Libertad (PdL) de Berlusconi, con un 30,57% de apoyos.

Por detrás irrumpe el Movimiento 5 Estrellas de Grillo, el segundo partido con mayor apoyos por sí solo, con un 23,75% de los votos, y en cuarto lugar, la lista centrista de Monti con un 9,16% de sufragios.

El resultado de la Cámara Alta es clave en Italia por la peculiaridad de su sistema electoral, que da el premio de mayoría a la coalición vencedora en un reparto región por región, con territorios como el de Lombardía, que aporta casi una cincuentena de senadores y habitual caladero de votos de la derecha. Con dos tercios de las secciones electorales escrutadas, la coalición de Berlusconi se lleva el premio de mayoría de Lombardía, con un 37,08% de los votos, frente al 29,73% del centroizquierda de Bersani.

Este resultado, junto a los de otras regiones, arroja un escenario en el que, con un total de 315 miembros electos, el centroizquierda conseguiría 104 escaños en el Senado, frente a los 123 del centroderecha de Berlusconi, los 17 de Monti y los 57 de Grillo.

Con una mayoría absoluta cifrada en 158 senadores, Bersani necesitaría buscar aliados y no le sería suficiente ni siquiera con los senadores de Monti, lo que puede traducirse en un bloqueo en este hemiciclo, donde parece poco probable que la antipolítica defendida por Grillo esté dispuesta a pactar con los partidos tradicionales.

La coalición que lidera Berlusconi se atribuyó una «mayoría relativa» en el Senado gracias a unos resultados que calificó de «muy positivos». En una comparecencia en Roma, el exministro de Justicia Angelino Alfano, secretario político del PdL, agradeció a Il Cavaliere que aceptara liderar su coalición y llevarles a la victoria en el Senado, lo que dificulta la formación de un Gobierno de centroizquierda, que partía como favorito.

En la Cámara de los Diputados, por el contrario, se perfila una mayoría clara para el centroizquierda, gracias al sistema de reparto en términos del conjunto del Estado del premio a la coalición más votada, que, con el 74% de los votos escrutados, es la formación de Bersani, con un 31,05% de los votos.

Por detrás quedan el centroderecha de Berlusconi, con el 27,59%; el M5S de Grillo, que en sus primeras elecciones legislativas obtiene en solitario el 25,62%, y la coalición de Monti, con el 10,55% de los apoyos.

«Al límite»

Ante este panorama, y descartada también una gran coalición como la que en su día gobernó Alemania, algunas voces en las filas del PD hablaban ya de nuevas elecciones, si bien el «número dos», Enrico Letta, cree que ésta no es la mejor opción. Además, advirtió de que corresponderá al bloque ganador en la Cámara de Diputados la primera oportunidad para intentar formar Gobierno, en un aparente intento por defender la capacidad del centroizquierda por liderar unas negociaciones de perspectivas inciertas, y apeló a la responsabilidad de las frmaciones parlamentarias ante el complicado escenario que se abre tras las elecciones y que lleva al país a una situación «al límite».

Beppe Grillo, que ha capitalizado el descontento social con una formación de apenas tres años de vida, agradeció el masivo apoyo recibido que le ha permitido cerrar una «aventura fantástica», y auguró que «probablemente este Gobierno durará poco», dado el casi empate en el Senado.

A falta de realizar una «evaluación más a fondo», Monti se mostró «muy satisfecho» por lo resultados obtenidos por la alianza centrista que lidera, ya que se trata de un bloque que «partía de cero», si bien ha admitido que algunas encuestas preelectorales les situaban «un poco más alto».