Dos semanas después de finalizada la Copa África, Anthony Annan todavía no ha regresado. La razón, se aduce desde el club rojillo, poco acostumbrado a encender polémicas, son problemas burocráticos con sus permisos de residencia y trabajo. Y, mientras tanto, Osasuna le sigue pagando el sueldo.

Es cierto que el ghanés apenas está contando para Mendilibar, pero uno se imagina el cabreo que tendrá el técnico zaldibartarra con el tema conociendo la importancia que le da a la profesionalidad de los suyos. No parece muy normal que un futbolista que lleva jugando los últimos años en otros países europeos esté ahora pendiente de sus «papeles».