El apoyo a los presos vascos y la petición de pasos a los estados se citan en Logroño
Más de 300 personas se dieron cita frente a la cárcel de Logroño para reclamar, un año después, la puesta en libertad de Arnaldo Otegi, Sonia Jacinto, Rafa Díez, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez. Fueron condenados a seis años de prisión por impulsar el giro estratégico de la izquierda abertzale y llevan 1.238 días encerrados en casi todos los casos. En un escueto texto, ellos mismos denunciaron el «carácter antidemocrático» de su situación y del propio Estado.
I.S. | LOGROÑO
Los muros del penal de Logroño fueros testigos ayer de un nuevo acto solidario con los condenados en el llamado «caso Bateragune». Otra acción reivindicativa, ya van tres, con la que exigir la puesta en libertad de las cinco personas castigadas finalmente: Arnaldo Otegi, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Rafa Díez. Cinco políticos presos desde hace 1.238 días, salvo en el caso de Díez.
Para denunciar esta situación, decenas de personas se dieron cita, bajo la atenta mirada de la Policía española, en una campa situada junto a la prisión. Entre los presentes se encontraban el parlamentario de EH Bildu Hasier Arraiz, que la semana pasada fue designado presidente de Sortu, y el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano (Bildu). También otros políticos como Rebeka Ubera, Jon Iñarritu, Alberto Unamunzaga, Joseba Permach, Karmelo Landa, Rufi Etxeberria o Txentxo Jiménez, el sindicalista Jesús Uzkudun, el músico Anje Duhalde, el bertsolari Xabier Amuriza, y el director de GARA, Iñaki Soto.
Todos juntos para apoyar a cinco personas, condenadas inicialmente a entre ocho y diez años de prisión y finalmente a entre seis y seis y medio, y que a través de una nota denunciaron este proceso, y sobre todo la situación de fondo que evidencia.
Un castigo que, a juicio de los condenados, pone de manifiesto el «carácter antidemocrático de un Estado y de un sistema económico que se construye contra los intereses de la mayoría popular. Por eso, reclamar nuestra libertad es reclamar la de todos los presos y la de todos los pueblos».
A estas palabras se les suman las declaraciones efectuadas por Pernando Barrena, portavoz de Sortu, que definió la situación de estos cinco presos como un doble «símbolo»: por un lado, del trabajo realizado en favor de la solución por los agentes soberanistas vascos, y por otro de la cerrazón de Madrid, que intenta «negar la viabilidad de este proceso».
En opinión del portavoz abertzale, para avanzar hacia la resolución del conflicto «es imprescindible que desde instancias gubernamentales se abandone esa posición de boicot y se cese en esa actitud de mostrarse ante la opinión pública como enemigos declarados del proceso de paz y de la normalización».
Esta situación de boicot choca con el nuevo tiempo advertido por Paul Rios (Lokarri), quien calificó de «incomprensible» la condena impuesta a Otegi, Jacinto, Díez, Zabaleta y Rodríguez. «En este momento es muy importante respetar todos los derechos humanos y, en este sentido, creo que ellos están en la cárcel por hacer política».
Asimismo, Oskar Matute (Alternatiba) afirmó que la concentración es «un paso más» en la denuncia de una condena «injusta». Añadió que «es curioso que en un momento como este, en el que la democracia está tambaleandose, existan unos políticos que tendrían que estar en la cárcel por corrupción y existan otros que están injustamente en la cárcel. Creo que ese es mejor ejemplo de un Estado español que se derrumba, que no obedece a la democracia y que castiga a quien quiere la paz y a quien quiere traer más justicia para su pueblo».
Todos los presos
Cabe señalar que la concentración, que tuvo por lema «Euskal Herriak politika egiteko eskubidea, bostak askatu», tuvo más de 600 coprotagonistas en las prisiones españolas y francesas, ya que, tal como recalcó el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, el acto recordaba a todos los presos vascos.
También participó Mertxe Colina (AB), que calificó de «vergonzosa» la situación de estos cinco políticos y mostró su esperanza en que la ciudadanía pueda ver cuanto antes a los presos vascos fuera de las prisiones españolas y francesas.
Quim Arrufat, diputado de las CUP en el Parlament de Catalunya, señaló que Arnaldo Otegi se ha convertido en un símbolo de la falta de libertad a la que tienen que hacer frente los Països Catalans y Euskal Herria.