La cultura maker está muy unida a la filosofía del hazlo tú mismo, y consiste en inventar a partir de la reutilización creativa de objetos y el hackeo de tecnologías. Tal y como lo describen los organizadores de Mini Maker Faire Bilbo se trata de «la búsqueda de nuevas aplicaciones, procesos de producción o formas de expresión para artesanía, arte, fabricación,... a partir de actividades vinculadas a la ingeniería tales como la electrónica, la robótica, la impresión 3-D,...». También está estrechamente vinculada con las tecnologías abiertas, el software y hardware libres y las licencias copyleft, que favorecen el desarrollo de innovaciones a través de la remezcla.

Este evento referencial fue creado por la revista «Make», de la editorial O'Reilly, y es todo un referente en lo concerniente a vanguardias tecnológicas. El primer Maker Faire se celebró el 22 de abril de 2006 en San Francisco y fue toda una declaración de principios destinada a subrayar la importancia de la cultura del hazlo tú mismo y un intento exitoso por convertirse en un punto de encuentro entre las ciencias y las artes.

En su formato grande, como la World Maker Faire de Nueva York, se dan cita decenas de miles de visitantes y se ha convertido en todo un referente a la hora de unir las inquietudes sociales y la tecnología. A su vez, la editorial O'Reilly concede licencias a pequeños grupos de makers locales para que organicen los conocidos como Mini Maker Faires. Gracias a la labor realizada por los colectivos Bilbo makers, Open Your Kolektiboa y Social Sound, este evento -en un formato inferior al que se realiza en los Estados Unidos- podrá ser visitado en la capital bizkaitarra el próximo 20 de julio, en la antigua fábrica de galletas Artiach, situada en la ribera de Deusto.

El encuentro cuenta con la licencia Mini Maker Faire, una de las primeras concedidas en el sur de Europa. Esta iniciativa se celebró por primera vez en 2006 en San Francisco, organizada por la revista «Maker» con la intención de promover la cultura hazlo tú mismo.