ZUAZO 23

ALCOBENDAS 20

Los tres goles de diferencia en el marcador final no reflejan del todo la tremenda igualdad del partido, que pudo caer para cualquiera de las dos partes, y solo los riesgos que asumió Alcobendas para intentar salvar al menos un punto, renunciando incluso a su portera, permitieron a Zuazo ampliar su ventaja final, incluyendo un gol desde su campo en los últimos segundos.

Lo que quedó claro es que este Zuazo sale dispuesto a pelear cada partido y ya no le teme a nadie. Lo comprobó Bera Bera la semana pasada en la Copa, como antes Rocasa y Elche en Lasesarre, y ayer otro de los gallitos, el Alcobendas, que dejó detalles de gran equipo bajo la batuta de su excelente central Arderius, pero se fue de vacío de Barakaldo.

Ahedo, con un apósito que protegía cinco puntos de sutura que le dieron en el pómulo tras un golpe en un entrenamiento, volvió a dirigir las operaciones; Yáñez superaba por novena vez la decena de goles (la máxima goleadora de la pasada Liga, Lara González -ahora en el Metz-, lo logró entonces en diez ocasiones, y a estas alturas llevaba 7); y Ana Temprano volvió a aparecer cuando más se le necesitaba, aunque antes tuvo que sentarse durante varios minutos mediada la segunda parte para poder centrarse, y Calderón la suplió en la portería con una labor impecable y dos valiosas paradas.

El partido sirvió también como debut para Maialen Markaida, central que llega de Askartza.