Los hechos tuvieron lugar a las 7:45 horas de la mañana, cuando el empleado de 45 años trató de quitarse la vida ahorcándose desde una viga de metal en el exterior de la zona de clasificación en el edificio de La Poste en Baiona. Uno de sus compañeros lo vió y acudió en su ayuda sujetándole con sus brazos. Posteriormente fue trasladado al Hospital de Baiona, donde permanece fuera de peligro.

El empleado, que lleva más de 20 años trabajando en correos, dejó escritas dos cartas a dos compañeros, uno de ellos el delegado sindical Antton Lamothe, de CGT, quien relató que en la misiva justificaba el intento de suicidio por su «situación profesional» y añadía que se sentía «ignorado» y «despreciado desde hace años», «sin recibir ninguna explicación» de la dirección. Tras conocerse los hechos, y a pesar de la conmoción que reinaba entre los 56 trabajadores del centro -correos ha puesto un equipo psicológico a su disposición-, se celebró una reunión del comité de Higiene, Seguridad y Condiciones de Trabajo, en la que los delegados de los trabajadores hicieron una propuesta que han trasladado a la dirección, que anunció que dará hoy una respuesta. Mañana los empleados decidirán en asamblea si aceptan la respuesta de la dirección o se declaran en huelga.

Hace meses que los sindicatos están denunciando la situación laboral en la central de correos de Baiona. Lamothe explicó que en la zona norte de Baiona y en Cantegrit «ha habido un crecimiento demográfico muy importante, pero continúan trabajando el mismo número de carteros, por lo que muchos empleados trabajan de media casi una hora más al día sin ningún tipo de remuneración».

«Un gran sufrimiento»

El delegado Antton Lamothe hizo referencia a las consecuencias de la precariedad laboral en el centro señalando que «esta situación genera un gran sufrimiento, sobre todo cuando se denuncia y no se recibe respuesta». Asimismo, manifestó que «hace meses que alertamos a la dirección sobre la situación, pero hay que esperar a que ocurra algo grave para que haya una reacción».

Sin embargo, la versión de la directora de Recursos Humanos de Correos es que «el número de viviendas ha aumentado, pero el correo ha bajado en un 15% por lo que los carteros no tienen más trabajo». Añadió también que prevén que en el futuro la actividad bajará incluso un 30%.