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Israel presiona a EEUU contra Irán en plena visita de Kerry al Golfo

Israel aumentó ayer su presión sobre Estados Unidos para que dé prioridad a la acción militar contra Irán mientras el secretario de Estado, John Kerry, recibía similares demandas de las monarquías del Golfo. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió «una amenaza militar clara», mientras el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistía en agotar otros caminos.

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GARA | TEL AVIV

La conferencia anual del principal grupo proisraelí en Washington, el Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC), fue uno de los escenarios en los que ayer Israel presionó a Estados Unidos para que actúe con mayor contundencia contar Irán. El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, estuvieron presentes en este foro.

Y desde Israel, a través de una videoconferencia, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que «la diplomacia no ha funcionado» para detener el programa nuclear de Irán y pidió a EEUU y sus aliados combinarla con «una amenaza militar clara y creíble».

El líder israelí consideró que Irán «aún no ha cruzado la línea roja» que él mismo marcó en un diagrama durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU en setiembre pasado, con el que ilustraba su convicción de que Teherán podría tener suficiente uranio enriquecido para lograr un arma nuclear antes de mediados de 2013.

«No la ha cruzado aún, pero se está acercando, y se está poniendo en una posición de superar esa línea roja muy rápido. No podemos permitir que lo haga. Debemos parar su programa nuclear antes de que sea demasiado parte», insistió.

Reiteró, como dijo el domingo, que las últimas negociaciones de las potencias occidentales con Irán son una estratagema de Teherán para ganar tiempo en su programa nuclear, y que el Gobierno iraní está «agotando el tiempo» hasta completar su supuesto objetivo atómico.

La víspera, en la apertura de la conferencia, Ehud Barak había advertido que Israel no permitiría nunca a los dirigentes iraníes desarrollar un arma nuclear. «La búsqueda de Irán de la capacidad nuclear constituye actualmente el gran desafío de Israel, de la región y del mundo, afirmó Barak ante los miles de delegados del AIPAC. Barak expresó también sus dudas sobre las negociaciones qué mantienen con el país persa las potencias occidentales, que intentan frenar el enriquecimiento de uranio en este país.

«Francamente, aunque es comprensible agotar todos los medios diplomáticos, no creo que eso conduzca de verdad los ayatolás a abandonar su punto de vista sobre la cuestión nuclear. Por lo tanto, todas las opciones deben estar sobre la mesa», añadió.

Biden: «Obama no va de farol»

Ante la presión israelí, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró ante el lobby sionista más importante de EEUU, que «el presidente de Estados Unidos ni puede ir ni va de farol. El presidente Barack Obama no va de farol».

«No estamos buscando la guerra. Estamos dispuestos a negociar pacíficamente, pero todas las opciones, incluido el uso de la fuerza militar, están sobre la mesa», afirmó Biden. Pero añadió que «mientras esa puerta esté aún abierta creemos que hay tiempo y margen» para la diplomacia.

En ese sentido, Biden señaló que la bomba atómica en manos iraníes sería una «amenaza existencial» para Israel, implica riesgos para otros aliados estadounidenses de la región y desestabilizaría al mundo entero. «Tenemos un compromiso estratégico común. Quiero dejar claro que el compromiso consiste en evitar que Irán adquiera el arma nuclear», insistió, lo que provocó un cerrado aplauso de los asistentes.

En los actos desarrollados durante la última semana con motivo de la conferencia anual de AIPAC celebrada en Washington han participado unos 13.000 activistas de todo el país. Este año no ha estado presente Obama, que se prepara para su primer viaje a Israel como presidente. En la visita, de nuevo Irán y el programa nuclear será uno de los puntos clave, junto a la guerra en Siria y al conflicto con Palestina.

Precisamente ayer la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) se sumó a las presiones elevando el tono contra Teherán. Su director, Yukiya Amano, instó a Irán a autorizar el acceso inmediato de sus inspectores a las instalaciones militares de Parchin, donde cree que se están llevando a cabo actividades de enriquecimiento de uranio con propósitos militares.

Amano advirtió de que el organismo «no puede informar de ningún avance» desde principios de 2012 en sus esfuerzos para esclarecer las dudas sobre el programa nuclear iraní. Dijo estar abierto a negociaciones, pero «con sentido de urgencia y centrarse en la consecución de resultados concretos».

A juicio de Amano, el acceso de los inspectores a las instalaciones de Parchin sería «un avance importante» que ayudaría a demostrar si realmente existe «la voluntad de Irán» de cooperar con la AIEA en lo que respecta «a lo sustancial de sus preocupaciones».

Desde Arabia Saudí, intervino también el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, de gira por Oriente Medio, para advertir de que «hay un plazo finito de tiempo» para los contactos con Irán del conocido como Grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Rusia, Estado francés, Gran Bretaña, China y Alemania. Representantes del Grupo 5+1 y de Irán se reunieron el pasado 27 de febrero en Almaty, la capital de Kazajistán. El encuentro se limitó a acordar continuar con las conversaciones. Irán insistió en el carácter civil de su programa nuclear y su derecho a enriquecer uranio. Kerry se enfrenta en su gira a la decepción de las petromonarquías que, al igual que Israel, reclaman más contundencia contra Irán.

En la rueda de prensa junto Kerry, el ministro de exteriores saudí, el príncipe Saud al Faisal. insinuó que los iraníes no acudieron a Almaty con la seriedad necesaria. «No podemos ser como los filósofos, que hablan y hablan (...). Debemos hablar con seriedad y honestidad y comprometernos claramente en la mesa de negociaciones. Las negociaciones no pueden continuar eternamente», declaró.

Kerry, que llegó anoche al aeropuerto de Riad, se entrevistó ayer con los ministros de Exteriores de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que agrupa a Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Omán y Kuwait.

Entre los asuntos de debate entre Kerry y las monarquías del Golfo figuraron los últimos acontecimientos en Siria, el programa nuclear iraní y la situación en Bahrein.

Mueren 42 soldados sirios en un ataque en Irak

Una emboscada de la insurgencia siria en territorio iraquí mató a 42 soldados sirios y siete iraquíes, cuando intentaban regresar a Siria. Los soldados sirios habían atravesado la frontera huyendo de de los combates que el sábado les enfrentaron a los rebeldes. Fueron trasladados a Bagdad y regresaban a la provincia de Anbar para ser transferidos a las autoridades sirias. Su convoy fue atacado con obuses, armas automáticas y minas. Los habitantes de Anbar tienen fuertes lazos tribales, familiares y comerciales con los del este de Siria y religiosos con la oposición armada suní. El portavoz del primer ministro iraquí, Ali Mussaui, afirmó que «esto confirma nuestros temores de que algunos intentan propagar la crisis siria a Irak, pero haremos frente a estas tentativas con todas nuestras fuerzas vengan de donde vengan».

Por otro lado, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en Arabia Saudí, trasladó a las monarquías del Golfo su negativa a armar a los rebeldes sirios porque «no tiene garantías de que las armas no caigan en malas manos», en referencia a grupos yihadistas como el Frente Al Nosra. Por su parte, el ministro de Exteriores saudí, Saud al Faisal, insistió en «el derecho del pueblo sirio a defenderse». Precisamente, Al Nosra lideró el ataque que permitió ayer a las milicias rebeldes el control de la ciudad de Raqqa, la primera capital de provincia que capturan, situada en el noreste de Siria, y con 240.000 habitantes,pero que ha acogido otros 800.000 desplazados por el conflicto. GARA

Abbas pide a Kerry que fuerce a Tel Aviv a parar los asentamientos

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, pidió ayer al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que Estados Unidos presione a las autoridades israelíes para que paralicen la construcción en los asentamientos judíos de Cisjordania. Abbas y Kerry se reunieron en Riad, durante la visita del secretario de Estado a Arabia Saudí, y en la primera reunión entre ambos desde que el segundo fue nombrado jefe de la diplomacia estadounidense.

Según informaron fuentes palestinas citadas por el diario israelí «The Jerusalem Post», el líder de la Autoridad Palestina pidió a Kerry que utilicen su influencia para que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instaure una nueva moratoria a la construcción en las colonias y libere a los palestinos que se encuentran en prisiones israelíes. A menos que se cumplan estas dos condiciones, la Autoridad Palestina aseguró no podrá reanudar los contactos con Israel para un acuerdo de paz definitivo, tal y como insiste Estados Unidos. Además, Abbas se quejó de los problemas de financiación de la AP, que lleva meses sin pagar el salario íntegro a sus funcionarios.

«El encuentro se ha centrado en las iniciativas para revivir el proceso de paz. También han tratado la próxima visita del presidente Barack Obama a la región» señalaron otras fuentes, también palestinas.

El Departamento de Estado de Estados Unidos, por su parte, no dio detalles sobre la reunión en el cual «el presidente Abbas iba a exponer a la nueva administración americana el punto de vista palestino antes de la visita de Obama», según adelantó el embajador palestino en Riad, Jamal al-Shawbaki. GARA

juicio en emiratos

El juicio contra 94 islamistas -jueces, abogados y estudiantes-, pertenecientes a un grupo vinculado a los Hermanos Musulmanes y acusados de complot contra la seguridad del Estado comenzó ayer ante el Tribunal Supremo federal de Abu Dhabi. Prensa internacional y defensores de derechos humanos tienen vetado el acceso.

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