Ayer murieron tres personas y desde el pasado jueves ya son 64 los muertos en los enfrentamientos en Bangladesh, paralizado por una huelga general tras la condena a muerte de Delwar Hossain Sayedee, vicepresidente del partido islamista Jamaat, acusado de crímenes de guerra durante el conflicto armado que acabó con la independencia del país. En Dacca los manifestantes lanzaron un cóctel molotov cerca del hotel donde se aloja el presidente indio, Pranab Mukherjee, en visita oficial en el país, sin que se produjeran heridos.