La tan conocida locución latina de «carpe diem» ha tenido diversos significados a lo largo de la historia. Uno de ellos, y quizás el más conocido y utilizado en nuestra época, es el que dice aquello de «vive el momento».

Los aficionados más jóvenes de la Real pocas veces -por no decir ninguna- habrán vivido un momento tan ilusionante como el de esta temporada. El equipo blanquiazul es sexto en Liga, se encuentra en zona de Europa League y este domingo visita al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, un estadio que aún no conoce la derrota en la competición doméstica.

El encuentro frente al Betis dejó muy buen sabor de boca. Quizás no por el resultado -un empate a tres después de haber remontado un 0-2-, pero sí por el bonito espectáculo de fútbol que ofrecieron ambos equipos.

La grada disfrutó de lo lindo, pero también los jugadores, que terminaron fulminados. Ante ese disfute, Mikel González fue claro en sus palabras: «Yo noto ilusión. Llevo siete años en el primer equipo, nunca he estado en una situación así; nos ha costado llegar a una situación así, a una línea tan buena. Hay que disfrutarla. Sabemos que podemos aspirar a un objetivo importante como es entrar en puestos europeos, pero hay que disfrutar el momento. Desde ese disfrute podemos conseguir cosas bonitas. Me quedaría con la palabra ilusión».

Y esa misma sensación se aprecia entre los jugadores. El central de Arrasate afirmó ayer en la sala de prensa de Zubieta que «yo estaba en el campo, y ahora es fácil decir, pero las sensaciones que teníamos era de que podíamos remontar».

Así las cosas, el guipuzcoano ve «bien» al equipo. «En todos los partidos de esta temporada no ha sido menos que el rival en ningún momento y últimamente ese hecho se está demostrando con puntos», agregó.

A pesar del espectáculo ofrecido el domingo frente al Betis, siempre se deben mejorar cosas. Y Mikel no se las calla, más aún cuando son errores propios, como el que cometió en el segundo gol andaluz al no entenderse con Claudio Bravo: «Siempre que no estás afortunado en alguna acción, está claro que no sales contento contigo mismo. Yo, personalmente, todos los partidos me analizo, y más crítico que yo no hay nadie. Soy exigente, todos somos exigentes con nosotros mismos».

Por su parte, el joven Antoine Griezmann reconoció que «Europa es un sueño para los canteranos y para los jugadores de aquí, y seguro que para la afición también. Para un jugador que ha venido de la cantera, es muy bonito poder jugar en Europa con su club y ojalá lo podamos conseguir».

El jugador galo también alabó a los seguidores: «Parecía que el estadio se iba a caer, porque era muy bonito pasar del 0-2 al 3-2». Es más, el atacante zurdo señaló que «tenemos una buena afición. Cuando nos metieron el primero, estuvieron detrás de nosotros y es lo que necesitamos para ir más arriba».

El Atlético, todo victorias en casa

De ese ánimo necesitarán los blanquiazules este próximo domingo en el Vicente Calderón. Y es que los colchoneros -el club renovó ayer a su técnico Simeone hasta 2017- cuentan sus partidos domésticos por victorias (13 de 13). Además, es el menos goleado de Primera y su guardameta, el belga Thibaut Courtois, es el Zamora de la máxima categoría, con una media de 0,84 goles encajados por partido (21 tantos en 25 partidos), mientras que el blanquiazul Claudio Bravo es sexto (1,35 de media, 27 goles encajados en 20 encuentros).

Y la estadística rojiblanca sigue, ya que el meta titular ocupa el 15º puesto en el ránking de paradas, lo que significa que el Atlético no concede apenas ocasiones de gol. Es por ello que Mikel recalcó que Falcao y Costa «marcan la diferencia, pero en conjunto es un equipo muy intenso, empezando desde atrás».