La Comisión Europea pidió ayer de nuevo al Estado español más subidas del IVA e impuestos medioambientales, así como proseguir con la reforma de las pensiones para retrasar la edad de jubilación y un control más eficaz sobre las cuentas de las comunidades autonómicas.

En su informe sobre la segunda revisión del programa de ayuda a la banca española, Bruselas admite que será «muy difícil» que el Estado español alcance el objetivo de déficit del 2,8% del PIB en 2014 y que por ello no descarta revisar el calendario acordado. Por ello, afirma que debe fortalecer más el marco fiscal y el agujero recurrente en el presupuesto de la Seguridad Social debe ser solucionado.

Tal y como ya dijo en su primera revisión del programa bancario, la CE apuntó ayer que algunas decisiones recientes han mejorado la eficiencia del sistema, tales como la subida de los tipos del IVA y una aplicación más amplia del tipo estándar, así como medidas dirigidas a asegurar un menor sesgo hacia el endeudamiento y la propiedad de viviendas. «No obstante, hay espacio para limitar más la aplicación de los tipos reducidos del IVA y para aumentar los impuestos medioambientales, notablemente sobre combustibles», concretó.

De Guindos descarta

Por su parte, el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, dijo que las medidas que ha tomado el Estado español en materia de imposición indirecta el año pasado, con la subida del IVA, son suficientes y descartó subir el impuesto de gasolina.

De Guindos respondió así a la recomendación de Bruselas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de Economía de la Unión Europea. Durante el encuentro, los países de la Unión Europea respaldaron mayoritariamente iniciar las negociaciones formales con el Parlamento Europeo sobre la directiva que establecerá nuevos requisitos de capital a la banca y límites a las primas que reciben los banqueros, pese a la oposición de Gran Bretaña.

El ministro británico de Economía, George Osborne, afirmó que su país «no puede respaldar» en estos momentos el acuerdo y pidió más tiempo para negociar un texto que el mayor centro financiero de Europa pueda aceptar. Osborne argumentó que, en los últimos años, Gran Bretaña ya ha introducido reglas más duras sobre primas y salarios.