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Uxue Bilbao Basket pierde la ida de los cuartos de la Eurocup, pero tiene la remontada en su mano

Los hombres de negro padecen al Bryant blanco

El pívot del Ulm anotó 30 puntos y cerca estuvo de sentenciar la ronda, de no habérsele agotado el fuelle.

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RATIOPHARM ULM 85

UXUE BILBAO BASKET 81

Arnaitz GORRITI

En el mundo del baloncesto, apellidarse Bryant es sinónimo de peligro para el rival. Kobe Bryant es el más conocido, pero su padre, Joe, un ala-pívot lanzador de triples que no tuvo éxito en la NBA pero sí en Italia, también hizo carrera. O Wallace Bryant, un pívot nacido en la base militar de Torrejón, que llegó a formar parte del Cajabilbao en la campaña 1988/89.

Anoche Uxue Bilbao Basket «descubrió» a John Bryant, un voluminoso pívot -algunos lo comparaban con otro ex de Cajabilbao: Joe Kopicki- que, con sus 30 puntos y 7 rebotes, estuvo cerca de sentenciar la eliminatoria para el Ratiopharm Ulm. Por fortuna, le falló el fuelle cuando los teutones tenían a los hombres de negro virtualmente eliminados. Un apocado Hamilton apareció en esos momentos, y con la garra de Hervelle, arreglaron el desaguisado con un parcial de 2-10 hasta dejar la desventaja en unos remontables cuatro puntos. Miribilla volverá a ser juez.

Los pívots vizcainos soñarán con Bryant, que condicionó el juego hasta el cuarto final. Sus maneras en el poste bajo y su mano le valió para barrer a Hamilton y a Rakovic indistintamente, y también para corregir el pésimo inicio local tras el brillante arranque de Vasileiadis.

Y es que hubo puntos a tutiplén. Uxue Bilbao Basket, con la ausencia de Raül López por problemas físicos, cayó en el ritmo de juego que imponían los teutones, pero ello no le sentó mal. Los hombres de negro endosaron un parcial de 0-14, pasando del 16-14 al 16-28 que amenazaba con romper el partido y casi la eliminatoria. Kostas Vasileiadis se liaba la manta a la cabeza, y ya desde la primera jugada quería dejar claro que la noche debía ser suya. Zisis fue su mejor lugarteniente durante los mejores minutos bilbainos. El director griego dio al juego un dinamismo pocas veces visto -al menos de su mano- en lo que va de campaña, dando fin a un cuarto excelso con una bandeja sobre la bocina. Con 18-30 al final del primer período, había quien empezaba a mirar los rivales de la semifinal.

Pero John Bryant no había dicho su última palabra. Este melenudo blanquito fondón anotó 23 de sus 30 puntos antes del descanso, dando además entrada en el juego a Guenther o a Nankivil, muy efectivo en el rebote. Una canasta del base dejaba el duelo 42-45 al descanso.

Alerta roja

Las cosas se agravaron tras el receso. Aunque Bryant tenía que ir al banquillo cansado y cargado de faltas, el juego bilbaino se encasquilló. Vasileiadis dejó de meterlas y Zisis y Grimau caían en la precipitación. Katsikaris llamaba al orden a sus bases, pero eran Mumbrú y Pilepic los únicos que ponían algo de cordura en el tercer cuarto.

Y ni así evitaban que el Ratiopharm Ulm llegara con ventaja al último cuarto. Pese a que su pívot se sentía ya fatigado, Allan Ray tomaba las riendas del choque para lanzar a los alemanes a una renta máxima de 12 puntos: 83-71 a 2.47.

Por fortuna, Hamilton y Hervelle aparecieron para rescatar a los hombres de negro y dejar la eliminatoria en el aire de cara al martes que viene.

 

Katsikaris: «Podría haber sido peor»

Entre sombrío y aliviado, Fotis Katsikaris achacaba a los propios errores, sobre todo en el tercer cuarto, la derrota en el Ratiopharm Arena. Sin embargo, el técnico heleno no ocultaba que «podría haber sido mucho peor».

«Hemos salido muy bien, muy concentrados en defensa. Luego John Bryant ha cogido la racha, pero hemos hablado que fuera él quien las metiera, mientras que no anotaran de tres, que es así como adquieren la confianza», dijo.

«Pero en el tercer cuarto hemos estado muy mal atrás, y han cogido una diferencia que podía poner en peligro incluso mirando a la vuelta. Hemos estado muy lentos y les hemos dejado mucho espacio para tirar, han cogido rebotes en ataque... No ha salido nada de lo que hablamos. Por fortuna, el equipo ha hecho un esfuerzo en los últimos minutos, y bueno, el marcador podría estar mucho peor», confesaba.

De cara al duelo de Miribilla, Katsikaris afirmaba que «todo el mundo entiende la importancia del partido. Tenemos que ganar de cinco puntos y el equipo necesita que se cree ese ambiente». A. G.

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