«Se trata de aclarar las cuentas de Bidegi», remarca Martín Garitano
El diputado general de Gipuzkoa respaldó ayer la actuación de la responsable de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Larraitz Ugarte, en la polémica sobre las facturas de Bidegi que sacó el PNV a la luz pública el pasado viernes. Martín Garitano subrayó que seguirán trabajando para aclarar las cuentas de esta sociedad pública que contaba al inicio de esta legislatura con una deuda de alrededor de 900 millones de euros y que abonó importantes sobrecostos.
Imanol INTZIARTE |
«Si alguien tiene algo que ocultar seguramente tiene buenas razones para estar preocupado», aseveró ayer el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, respecto al affaire de las facturas de Bidegi que aparecieron, según la versión foral, después de que la actual diputada de Infraestructuras, Larraitz Ugarte, les reclamara a los anteriores gestores, del PNV.
La polémica saltó a la luz pública el viernes, cuando Markel Olano y Joseba Egibar revelaron que tres días antes Ugarte había remitido un burofax privado en el que preguntaba por el paradero de las facturas correspondientes a la partida de «Gastos varios» desde 2007 hasta el 30 de setiembre de 2011. Olano, anterior presidente de Bidegi, replicó por escrito que durante su mandato no se sacó ninguna factura de las instalaciones de esta sociedad.
Ya en la rueda de prensa, Egibar acusó al Ejecutivo foral, más concretamente a la izquierda abertzale, de actuar como la Stasi, el antiguo servicio de seguridad de la República Democrática de Alemania (RDA).
Un día después, el sábado, los actuales responsables de Bidegi aseguraron que actuaron en base al procedimiento legal y explicaron que las facturas aparecieron al día siguiente de mandar el burofax, en una caja, en un almacén de la sede de Bidegi en Zarautz, y remarcaron que ha sido el PNV el que ha sacado el tema de puertas hacia afuera, por lo que «carece de todo sentido» acusar a la Diputación de emplear «una estrategia de acoso y derribo».
«En una caja de cartón»
El PNV, en su comparecencia, anunció que emplazaría al diputado general para que «rectificase» las «acusaciones» de Ugarte. Lejos de ello, Garitano insistió en que su Ejecutivo «se ha limitado a demandar información de forma discreta, como lo exige la situación, sobre unas facturas que no estaban en Bidegi y que misteriosamente aparecieron en una caja de cartón en un almacén al día siguiente de haberlas demandado». Explicó que ahora se están cotejando las facturas con los asientos contables y que cuando se disponga de información se facilitará.
Olano fue cuestionado al respecto durante su comparecencia del viernes y señaló que sí conocía de qué facturas se trataba pero que no sabía cuál era su cuantía total.
Garitano remarcó que no se trata de «una trifulca entre partidos políticos», sino de «aclarar las cuentas de Bidegi». Recordó que «desde que entramos en la Diputación vimos que había un desfase de 900 millones de euros, 400 de ellos comprometidos apenas un mes antes de las elecciones, lo que creemos que no es de recibo».
Fue a finales de marzo de 2011 cuando Bidegi suscribió un crédito de 395.600.000 euros con varios bancos comerciales, con el objetivo principal de abonar las desviaciones en la construcción de varias carreteras. En enero de 2012, Larraitz Ugarte cifró estos desfases respecto al precio de adjudicación en 92 millones de euros en el coste del segundo cinturón y de 155 millones de euros en dos tramos de la AP-1.
Algunos de estos desfases han sido ya confirmados por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP), tanto en su informe sobre las cuentas de la Diputación de 2009 como en las de 2010.
También el Tribunal español de Cuentas anunció a primeros del pasado diciembre que investigaría los sobrecostes en la liquidación del tramo de la AP-1 entre Arrasate y Eskoriatza por si dichas desviaciones presupuestarias «pudieran ser constitutivas de un presunto ilícito contable por alcance».
«Controlar facturas»
Tras las manifestaciones de Garitano, Markel Olano replicó que «es muy grave que Bildu, dos años después del inicio de la legislatura, se dedique a controlar facturas de hace cinco o seis años en vez de a gestionar lo que le toca» y a «filtrar de manera evidente datos a diversos medios de comunicación, como sucedió en el caso de GHK», en referencia a una información publicada por GARA respecto a sendos convites con fondos públicos para «celebrar» la financiación de la incineradora.
A su juicio, la coalición «tiene como único objetivo filtrar noticias falsas para destruir a sus adversarios políticos», si bien ha sido él mismo quien ha sacado este rifi-rafe a la vista de la ciudadanía y también quien reconoció la veracidad de lo publicado por este diario respecto a la comida con angulas y otros manjares.
El exdiputado general consideró que «el buen nombre de las instituciones vascas y la buena gestión llevada a cabo en los últimos años están siendo atacadas de manera injusta y con mentiras y falacias» e insistió en que «nuestro comportamiento al frente de las instituciones ha sido ejemplar».
El Tribunal Vasco de Cuentas Públicas corroboró los desfases presupuestarios de Bidegi en su informe de la Diputación sobre los años 2009 y 2010. También el Tribunal español de Cuentas investiga los sobrecostos en la AP-1.
Olano defendió que el «comportamiento» de su partido al frente de las instituciones «ha sido ejemplar» y que «la buena gestión llevada a cabo en los últimos años está siendo atacada de manera injusta con mentiras y falacias».