Insurgentes sirios retuvieron a veinte observadores de la ONU de nacionalidad filipina en una zona del sur de Siria cercana a los Altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967 y condicionaron su liberación a que las fuerzas del régimen se retiren de los alrededores de la aldea de Yumla, en la provincia de Deraa. La llamada Brigada de los Mártires de Yarmuk acusó a los observadores de ayudar a las fuerzas gubernamentales sirias en Yumla, ocupada hace tres días por los rebeldes tras intensos combates.

En un vídeo colgado en internet, un portavoz de los insurgentes, que aparece delante de dos vehículos de la misión de la ONU, dio 24 horas de plazo para que se cumplan sus peticiones y, de lo contrario, amenazó con pasar a tratar a los observadores como prisioneros.

Los observadores filipinos son miembros de la misión internacional que supervisa el cumplimiento del alto el fuego entre Israel y Siria en los Altos del Golán.

Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Yumla fue tomada por los rebeldes el pasado domingo después de intensos choques contra las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Asad, que causaron la muerte de al menos once insurgentes y 19 efectivos del régimen.

Condena en la ONU

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó de forma «contundente» la detención de los observadores. El principal órgano de toma de decisiones de la ONU aprobó un texto en el que también pide la liberación inmediata de estos efectivos.

Según un comunicado anterior, «los observadores de la ONU estaban realizando una misión regular de suministro y fueron detenidos cerca del Puesto de Observación 58, que había sufrido daños y fue evacuado el pasado fin de semana tras intensos combates en las inmediaciones, en Yamla».