Internacional
La crisis va por barrios
Bekcham ganó 200 millones en 2012; Sporting de Portugal, Olympiakos o Estrella Roja, en números rojos.
Joseba VIVANCO
En la Major League Soccer estadounidense que acaba de echar a andar este fin de semana, entre el adiós de su mediático David Beckham y a la espera del histórico Cosmos la próxima temporada, solo puede haber tres fichas por equipo con un sueldo superior a 350.000 dólares. Seguro que una de ellas en los Galaxy de Los Ángeles era la del inglés ahora en las filas del PSG, el jugador que más ingresos reportó durante el año pasado, 200 millones de euros, según un estudio conocido esta semana, muy por delante de Leo Messi, con 134, o Cristiano Ronaldo, con 130 millones.
Kaká, cuarto con 80 millones de ganancias; Ronaldinho, quinto con 73; Eto'o, sexto con 60 millones... y así hasta los cincuenta que más dinero se embolsaron por jugar a fútbol y conceptos publicitarios, un listado en el que el emergente brasileño Neymar aparece en el puesto número 33, con 23 millones de ingresos. El carioca golea casi más en el mundo publicitario que con su Santos -hace un par de jornadas jugó con el número 360 a la espalda para promocionar una tarjeta de crédito-, lo que hasta el mismísimo Pelé le ha criticado. Tal es su carrera hacia la popularidad que acaba de ser portada de la mítica revista ``Time'' bajo el epígrafe «Neymar, el próximo Pelé», pese a no haber cruzado aún el charco para convertirse en estrella de un grande de Europa.
Dinerales a raudales, la otra cara de una misma moneda cuya cruz la sufren en la actualidad algunos clubes históricos en sus países y que atraviesan complicadas situaciones económicas. En Portugal, por ejemplo, mientras Oporto y Benfica protagonizan una enconada lucha en la Liga Sagres, el Sporting de Portugal atraviesa un difícil momento deportivo y económico. A solo siete puntos por encima del descenso, las aguas no bajan mejor por el Tajo en lo monetario: un pasivo de 138 millones de euros sitúa al club en quiebra técnica, alejado ya muchas temporadas de las competiciones europeas y con una política de fichajes y traspasos deficitaria que arroja un saldo negativo de 32 millones de euros en las últimas cuatro campañas.
Otro clásico en horas bajas es el Panathinaikos -PAO, como se le conoce en Atenas para evitar su nombre real: Panathinaikos Athlitikos Omilos-Panathenaean Athletic Club-, quien meses atrás tomó la decisión de solicitar a la Federación Griega de Fútbol que los partidos que dispute como local se jugaran en horario diurno al no poder hacer frente a los recibos de la luz. El verdiblanco Panathinaikos, el club de «toda Atenas», tal como indica su nombre, representa al centro histórico de la capital griega y a la aristocracia y la burguesía de la zona, algo que no le ha servido porque necesitaba una inyección económica de aproximadamente 15 millones de euros para evitar ver comprometido su futuro.
Son solo dos ejemplos del azote económico que están sufriendo muchos clubes, incluso laureados, ajenos a las grandes Ligas europeas como la inglesa o la alemana. Pero el balón sigue rodando y también en Grecia, donde este fin de semana el Olympiakos que dirigue el exmadridista Michel se proclamó campeón justo en el derbi de la capital, al ganar 3-0 a otro histórico en apuros, el AEK Atenas, a cuatro puntos del descenso. No estamos ante un duelo estrictamente ateniense, sino más bien de la región del Ática, que es la de mayor densidad de población de Grecia. Históricamente la clase trabajadora apoyaba al AEK, mientras que los aficionados más pudientes preferían al Olympiakos. Hoy, el equipo pudiente campa desde hace tres temporadas en la Liga griega.
También esta jornada se ha vivido otro derbi sin tanta trascendencia mediática como es el de Budapest. Dos de los grandes equipos de la capital, el Ferencváros y el Újpest, se midieron en un Albert Stadion que pronto será demolido. Esta rivalidad se remonta a 1905, con el Ferencváros ganando los primeros 16 encuentros de Liga. Desde que el Újpest se alzó con su primer campeonato en 1930, los derbis se han vuelto mucho más disputados. El Ferencváros, ligado a la extrema derecha, tiene su sede en el sur de la ciudad y gran parte de sus seguidores proceden del extrarradio; el morado Újpest, asentado en el norte, aglutina hinchas en otros distritos capitalinos. Se da la circunstancia de que entre los estadios de ambos hay pocas paradas de metro; la línea que los une se cierra los días de derbi, ante el grave riesgo de encontronazos violentos que se suelen dar.
En cualquier caso, corren malos tiempos para los equipos de Budapest, donde también rivalizan el MTK de origen judío y el histórico Honved. La llegada del nuevo siglo significó el final del dominio de los equipos de la capital en la Nemzeti Bajnokság y la emergencia de nuevos clubes. Durante la década de 2000a 2010 seis campeonatos fueron ganados por clubes no pertenecientes a Budapest; ahora mismo lidera la tabla el Györi ETO.
Otro histórico en quiebra es el Estrella Roja de Belgrado, con una deuda estimada en unos 50 millones de euros y, según se informa desde Serbia, los jugadores viven desde noviembre con un salario mensual de 600 euros, justo para pagar sus viviendas pero no para comer, según denuncia su entrenador. No se descarta que el Estado intervenga para salvarlo. El Partizan, el otro gran club de la ciudad, debe también 20 millones.
Ferguson: «Rooney se queda»
Los focos mediáticos, sin embargo, se los llevan las grandes Ligas europeas. Como la Serie A, donde la Juventus acumula más renta -nueve puntos ya- tras ganar en casa y tropezar su perseguidor el Napoli, que en breve puede ser sobrepasado por el renacido Milan, a solo dos puntos. Cuarto es un equipo que viene haciendo buen fútbol de la mano del exVillarreal Borja Valero, como es la Fiorentina, que ganó 0-2 al Lazio y le arrebató esa plaza. El charrúa Cavani sigue sin marcar y ni siquiera lo pudo hacer para festejar el nacimiento de su hijo en Uruguay. El que está en el alambre es el técnico del Inter, Andrea Stramaccioni, cuyo equipo no levanta cabeza.
En la Ligue 1, el PSG ganó con dos nuevos goles del omnipresente Ibrahimovic y se aprovechó del empate entre sus inmediatos perseguidores, el duelo de los `Olympiques', Lyon y Marsella. El castigo ejemplar de la jornada llega con la sanción a Valentin Eysseric, del Nice, con 11 partidos de suspensión tras la brutal entrada cometida sobre el jugador del Saint-Etienne, Jérémy Clément, la semana pasada. Eusseric le rompió la tibia y el peroné a su rival.
Emoción en el fútbol francés, como la que tienen en Alemania pero por saber quiénes serán los secundarios del intratable Bayern, que remontó para ganar en casa ante el Fortuna Düsseldorf (3-2) y ya le saca 20 puntos al Dortmund, que cayó 2-1 ante el Schalke en el tradicional derbi de la cuenca del Ruhr. Un Schalke, por cierto, que la campaña pasada ingresó 2,5 millones de euros por los buenos resultados de los bávaros con su guardameta Neuer; este año podría llegar a recibir 5 millones más.
Avanzan en la Bundesliga y se lo toman con calma en la Premier inglesa, donde este fin de semana solo se jugaron unos pocos partidos, entre ellos el esperado Liverpool-Tottenham, que acabó con una importante victoria de los Reds por 3-2. Nuevo golito del uruguayo Luis Súarez -su tanto 50 con los de Anfield-, y ya es máximo goleador, cerrando el veterano capitán Gerrard de penalti. Ahora, sextos son los de Liverpool, pero debido a cómo han quedado las semifinales de la FA Cup, en las que se han metido Wigan, Blackburn o Millwall, ese puesto no tendrá premio europeo. Quinto, marcando ese acceso europeo, es el Arsenal con 45 puntos, dos más que los Reds. La pugna promete y mucho.
Goles los de Suárez que no llevan al charrúa a ser el jugador que más camisetas vende en la Premier. Ese lujo está reservado para Robin Van Persie, seguido de Gerrard, Rooney y, sorpresa, Kagawa. Por cierto, sobre Wayne, su técnico Alex Ferguson ha asegurado sobre la continuidad del delantero que «todo lo que salió ayer en los periódicos es una basura absoluta. No hay ningún problema entre Wayne y yo, sugerir que no nos hablamos en los entrenamientos es una tontería». Y se mostró tajante: «El estará aquí la temporada que viene, tienes mi palabra».
Una incógnita no resuelta la del futuro de Rooney, como la de quién será el ganador de la Eredivise holandesa, ahora mismo el campeonato más igualado y emocionante, con los tres históricos Ajax-PSV-Feyenoord en un solo punto a falta de cinco jornadas. Y la primera jornada tras el parón invernal es la que se ha disputado en la Premier rusa, donde siguiendo con los puntos que tenían antes de Navidades, el CSKA Moskva ha aumentado su ventaja respecto al segundo a seis puntos, toda vez que el Anji Makhachkala de Samuel Eto´o, segundo, perdió ante el que era colista.
Este sábado tenemos un Spartak-Lokomotiv, duelo moscovita, uno más de tantos. Está Moscú plagado de potentes clubes de fútbol. El CSKA era, en el régimen comunista, el club del Ejército; el Dinamo, el de la Policía; el Lokomotiv, de los trabajadores de los ferrocarriles, y el Spartak, el equipo del pueblo, Narodnaya komand, debe su nombre al mítico gladiador Espartaco, citado en el libro ``Spartak'', de Raffaelo Giovagnoli, justo cuando uno de los hermanos Starostin buscaba nombre para el equipo de fútbol en 1936.