Los 250 trabajadores de las plantas que la empresa Mendiguren y Zarraua tiene en Berriz y Abadiño y que suministra piezas para marcas como Mercedes o Peugeot-Citroën acordaron el martes por la noche poner fin a la huelga iniciada el lunes día 4, después de que la empresa aceptase las peticiones planteadas por los sindicatos al término de una reunión convocada por Lakua y que se prolongó por espacio de ocho horas.

Según informó el sindicato LAB en una nota, el comité de huelga logró que la empresa se comprometa a mantener el empleo, retirar su iniciativa de reducir en un 15% el salario a la plantilla y a negociar un nuevo convenio de empresa que blinde los derechos y condiciones de los trabajadores ante la reforma laboral española.

LAB denuncia en su nota que tras anular un juzgado en enero un expediente de suspensión para 227 trabajadores, la dirección «amenazó con despedir a 32 empleados» y solicitó a la administración la reducción de salarios, lo que dio origen a la huelga indefinida el día 4.

Dos días mas tarde, la dirección amenazó con «liquidar la empresa» en caso de no poner fin a la huelga, lo que finalmente no se materializó.