LAB realizó ayer el balance de los quince meses de vida de Kutxabank. No aprueba a Mario Fernández y su equipo al frente del banco vasco, porque, según explicaron los representantes sindicales, «de la mano de sus actuales rectores está siendo el instrumento para liquidar el carácter social de las cajas de ahorro vascas» y, además, «su estrategia de privatización y expansión está privando a la sociedad vasca de un instrumento financiero fundamental para abordar una salida eficaz a la crisis».

Araitz Aja, responsable de la Federación de Servicios Privados de LAB, reclamó la construcción de un sistema financiero público vasco, que se impida la liquidación de las cajas porque «todo lo que se está haciendo va en favor de la oligarquía financiera vasca». Pidió a PNV y PP, que controlan el consejo de administración, que «den marcha atrás a ese chiringuito, porque podemos terminar como la CAN navarra».

LAB explicó que la estrategia del consejo de administración de Kutxabank «destruye empleo existente, precariza las condiciones de trabajo, malvende activos y deslocaliza recursos económicos que necesitamos».

Recortes salariales y sociales

Gabi Isasa, delegado de LAB en Gipuzkoa, aseguró que Kutxabank «ha destruido 263 puestos fijos y todos los temporales», lo que suma, al menos, 400 empleos perdidos en un año de actuación y, a la vez, el excedente de plantilla, que Guzmán Ruiz, de LAB en Bizkaia, los situó en 500 empleados que están retornando de las oficinas cerradas por el Estado español, «se están reubicando en Euskal Herria, por lo que los jóvenes lo tienen difícil para iniciar su actividad en el banco».

Tampoco cuentan con un convenio propio bajo el ámbito vasco, sino que «la actual dirección prefiere el marco estatal, y va de la mano de los sindicatos que están dispuestos a firmarle cualquier cosa sin respetar la mayoría en el ámbito vasco». En este caso, LAB anunció que la dirección del banco plantea «recorte salarial y una merma sustancial de nuestros derechos sociales con un convenio, el primero de Kutxabank, a la baja». Incluso, denunciaron que «amenaza con romper la ultraactividad y con la aplicar el convenio de banca, que es peor que lo que tenemos». Guzmán Ruiz explicó que el recorte salarial, dependiendo de las categorías, llegaría hasta el 15%.

LAB alertó de que la Obra Social está «en peligro», porque se han destinado este año 27,9 millones, cuando en 2009 solo BBK destinó 108 millones. «Se está liquidando el papel social en el sentido de gestionar para la sociedad vasca el ahorro y el crédito». Pero además, la central sindical consideró a Kutxabank como «un agente desahuciador», porque es la que más hipotecas tiene en el mercado. «Los empleados sufrimos la presión de la gente que no puede pagar las hipotecas por la crisis», añadió.

En este reparo, LAB recordó que Kutxabank, a través de la adquisición de Cajasur, ha deslocalizado recursos vascos. En concreto, 200 millones invertidos en la ampliación de capital de BBK Bank-Cajasur y a los 149 millones para la recompra de preferentes de la caja cordobesa. También criticaron la venta de participaciones en empresas.

Lo más grave, sin embargo, está por llegar, porque el cambio de la normativa obligará a una pérdida directa de control público y llevará a la creación de fundaciones y la pérdida de las cajas, y al banco a «su salida a bolsa» o, a cambio, deberán contar con un fondo de reserva muy importante.