División de Honor femenina
No piensan dejar escapar esta Liga
La gran defensa de Bera Bera, 11 goles de contrataque, las penetraciones de Dunay y los balones al pivote acabaron con el Elche.
BERA BERA 24
ELCHE 18
Juan Carlos ELORZA
Calculadora en mano, Bera Bera sería campeón de cualquiera de las maneras si lograra sumar 11 de los 14 puntos que quedan en juego (6 de ellos en Bidebieta). Eso si el Elche lograra sumar todos los que le quedan, porque cada uno que se deje en el camino facilitaría la tarea donostiarra. Pero lo importante es que Bera Bera dio ayer un golpe de autoridad, y envió un mensaje claro, a su principal rival y a los que vienen por detrás: no piensan dejar escapar esta Liga.
El primer gol lo marcó Bera Bera antes de que el balón se pusiera en juego, con unas gradas prácticamente llenas, un escenario nada habitual en Bidebieta. Quizá por ello, o por la tensión añadida del partido -aunque estas jugadoras ya han demostrado varias veces que tienen nervios de acero-, a Bera Bera le costó soltarse, aunque Zoqbi se hizo cargo de la situación hasta que sus compañeras entraron en calor, manteniendo a raya a las ilicitanas con paradas a Esther Martínez, Gómez, Fuentes, Anabel Martínez y Andreu antes de que se cumpliera el cuarto de hora de partido.
En esos minutos el espectáculo lo daba Anabel Martínez, que se encargaba de todo tipo de labores en el Elche, de marcar goles (4 en el primer tiempo), de repartir asistencias (3 a la pivote Africa Sempere, sus tres goles, todos ellos en la primera parte), de defender... Trigueros le secundaba con varias paradas de mérito, empezando por una a Eli Pinedo en la finalización del primer contragolpe del partido.
Pero casi cuando se cumplía el minuto 15 el escenario empezó a cambiar, Alba Menéndez entró a defender en lugar de Rubio, subiendo un punto la intensidad defensiva. La barrera donostiarra le fue cogiendo la medida a sus rivales -Mamen Rodríguez, anulada por Eli Pinedo, se iba para no reaparecer hasta media hora después-, las visitantes comenzaban a dar síntomas de cansancio con peores selecciones de tiro, y Bera Bera cada vez atacaba mejor.
Primero fueron dos contraataques de Ziarsolo -enorme otra vez ayer-, luego Elorza (que sin jugar prácticamente en ataque organizado fue la máxima goleadora del equipo, explotando cada oportunidad en contraataques directos, en segunda oleada, e incluso en la tercera), Núñez aprovechó uno de los pases picados que le metió Eli Pinedo -que de paso culminaba también un par de contraataques-, Dunay ofrecía sus mejores minutos explotando sus fintas y penetraciones, y en poco más de diez minutos un parcial de 8-1 llevaba el marcador desde el 4-5 al 12-6, con el Elche prácticamente noqueado, pese a que en el banquillo sus compañeras se desgañitaban intentando insuflarles ánimos para que aguantaran el chaparrón, una labor en la que destacaba la bermeotarra del equipo Izaskun Mujika.
Una reacción antes del descanso salvó el primer match-ball para el Elche, pero en la reanudación Bera Bera volvió a la carga con un parcial inicial de 4-0 (17-10). La defensa donostiarra era impenetrable, Anabel Martínez lo intentaba pero estrellaba cuatro remates en la barrera -acabó jugando de pivote, donde marcó su 5º gol-, Mamen Rodríguez volvía para dar una demostración de casta, pero Bera Bera se mostró implacable y no aflojó hasta el último segundo.
Si Bera Bera logra finalmente ganar su primera Liga, buena parte del éxito se deberá a su enorme capacidad de sacrificio defensivo. Se podría decir que las jugadoras ya llegaban con ese gen al equipo, o que lo han adquirido a las órdenes de Reyes Karrere. Sea como sea, es difícil encontrar un grupo que se muestre tan convencido de que su suerte depende de lo que sean capaces de producir en defensa. Y en esa faceta no hay figuras. Quizá algunas sean más brillantes que otras en el juego de ataque, pero nadie se escaquea de la labor defensiva. Castro y Dunay, que llegaron al equipo procedentes de otras filosofías de juego, también lo han comprendido y, dentro de sus posibilidades, se han subido al carro.
La ecuación es muy simple. Con los recursos ofensivos de que dispone, su mejor opción para ganar consiste en atacar en el menor tiempo posible, de ahí que su principal recurso sea el contraataque. Es una lección básica: se consumen menos recursos, se pilla desorganizada a la reserva rival, se consiguen remates en posiciones más ventajosas... Pero para eso primero hay que defender, recuperar balones, forzar malos lanzamientos, parar...
Bera Bera ha llevado este estilo más allá de las dos fases del contraataque. Incluso en ataque organizado prefiere las acciones veloces, con las que obliga a sus rivales a jugar siempre al límite de atención. El coste lo paga con las pérdidas de posesión, pero es un riesgo controlado, porque vuelven a defender, aburren al rival con su fortaleza atrás, roban más balones, vuelven a rematar lo antes posible... Y no falla. J.C.E.