Según Angel Rivera -meteorólogo jubilado de Aemet-, las dos semanas previas a Semana Santa, e incluso la posterior, suelen ser un auténtico período de pasión para los «predictores». El motivo no es otro que la presión a la que se ven sometidos para dar un pronóstico adelantado, en una época del año poco propicia (inicio de la primavera) para acertar con tanta antelación. La presión, sostiene Rivera, suele ser mayor aún la semana previa y se puede mantener hasta una semana después si el meteorólogo se ha equivocado. En ese caso, es a él al que le puede caer un auténtico «chaparrón».

Sin embargo, no nos debería extrañar que haya un desfase entre los cálculos y lo que ocurre en realidad. Se trata de un lógico «desajuste» (la atmósfera no es un reloj) que aumenta a medida que alargamos el plazo para el que se hace la previsión. Una incertidumbre que Aemet expresa en sus partes mediante términos como: posibilidad o posible (el índice más bajo de fiabilidad de una predicción), probabilidad o probable (índice notable de confianza) o la ausencia de todos ellos (bastante seguridad en la previsión).

Una buena forma de saber con bastante antelación (dos semanas) lo que puede pasar en el cielo es mediante una previsión llamada «ensemble». El método consiste en la realización de hasta cincuenta pronósticos diferentes (alterando las condiciones iniciales del modelo numérico de predicción) de una variable para una misma zona. De esta manera se obtiene, no sólo valores concretos de dicha variable, también la oscilación que puede llegar a tener en cada momento (mañana en Valladolid habrá una temperatura máxima de entre 15ºC y 18ºC).

Siguiendo este método, el modelo de predicción numérica americano GFS ha dado para Semana Santa una tendencia a la entrada de vientos del NW en la península que produciría mal tiempo en ese sector y cielos menos complicados hacia el centro y este. Un posible escenario como punto de partida que deberemos ir actualizando y concretando en el espacio geográfico en el que nos vayamos a mover para sacar el mejor partido a nuestros planes.