El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, se reunió ayer con cerca de 200 miembros del equipo directivo del grupo procedentes de todo el mundo. Destacó que la apuesta de futuro de la compañía será «mantener sus resultados y el dividendo, además de consolidar su fortaleza financiera». El plan que persigue es garantizar ese crecimiento hasta el 2014.

Iberdrola mira ya en estos momentos a Estados Unidos, donde se ha expansionado y ha conformado ya más de 26 filiales para desarrollar su actividad en generación eólica, sobre todo, teniendo en cuenta los planes de Barack Obama de impulsar las energías renovables para ir reduciendo su dependencia con el petróleo.

Desde hace dos años, el presidente de Iberdrola no realiza la rueda de prensa previa a la Junta General de Accionistas. Sin embargo, aprovecha ese evento importante con los accionistas para contactar con el equipo directivo al que, según un comunicado, agradeció su contribución a la creación de «un modelo de negocio único, gracias al cual el ha logrado, un año más, ser una de las pocas `utilities' europeas en mantener los resultados y la retribución al accionista, a pesar de la crisis económica».

Resultados sólidos en la crisis

Sánchez Galán recordó que, al cierre de 2012, un 75% del negocio, que ascendió a 7.726,6 millones, provino de los negocios regulados y de renovables, un 70% más que la media de las compañías del sector en Europa.

La expansión internacional le permitió contar con un negocio muy diversificado.

Ante sus directivos, sin embargo, reconoció que la política de inversiones se ralentizará en vista de la situación de crisis económica, a la vez anunció que desinvertirá en empresas que no crea que son estratégicas. Persigue, según explicó el presidente de Iberdrola, reducir la deuda en 6.000 millones.

El grupo obtuvo un beneficio neto de 2.840,7 millones, un 1,3% más que en el ejercicio anterior, por «el buen comportamiento de los negocios internacionales», que lograron un beneficio de 1.979 millones, un 35% más.

Esta buena posición económica permitió que precisamente, Ignacio Sánchez Galán, recibiera un salario total de 6,27 millones en 2012 por su actividad en la compañía, así como 305.000 acciones como parte del bono estratégico 2008-2010, entregadas durante el año y valoradas, a precios actuales de mercado, en más de un millón de euros.