Mikel INSAUSTI Crítico cinematográfico
Escenas de masas
Ya se puede ver en Internet el primer avance de «Las brujas de Zugarramurdi». No voy a opinar al respecto, porque todavía no he llegado al nivel de locura de esas páginas web en las que hasta se comentan o critican los trailers de las películas. Simplemente quiero hacer una observación sobre el contenido del mismo, dominado de cabo a rabo por las escenas de masas que tanto le gusta dirigir a Álex de la Iglesia.
Todos los grandes cineastas tienen un sello característico, algo que los distingue de los demás. Y el amigo Álex posee un modo muy suyo de dirigir a los figurantes, que nada tiene que ver con el movimiento de masas del soviético Eisenstein o con las multitudes épicas del pionero Griffith.
Las estampidas que filma Alex son mucho más en tropel, y se inspiran directamente en las montoneras que se formaban con la apertura oficial de las rebajas, que solían recordar a la entrada en la plaza de toros por parte de los corredores del encierro sanferminero. La asociación de ideas quedó mucho más clara a partir de su comedia «Crimen Perfecto».
Ya sé que, hablando del género del humor, su clásico preferido es «El mundo está loco, loco, loco», obra ejemplar de coralidad a la carrera. Dentro del interminable reparto estelar, todos se pisan entre si, con tal de llegar antes al objetivo final. Esta idea, traducida a la cultura mediterránea, se convierte en una sátira de la falta de disciplina en una sociedad que nunca se acostumbró a hacer colas, y mucho menos a respetarlas. Lo de «¿quién es el último?» suele servir en el mejor de los casos de maniobra de despiste, porque a la hora de la verdad la frase preferida es: «Tonto el último».