A pesar de que la diputada foral de Obras Públicas y Transportes, Itziar Garamendi, defendió ayer que efectúan un «seguimiento intenso y permanente» de la flota de Bizkaibus, Bildu insistió en las deficiencias que trabajadores y usuarios vienen denunciando en los autobuses que gestiona TCSA.

El juntero Aitor Torre manifestó que esas quejas «reflejan dejadez en el mantenimiento de la flota». Informó de que el miércoles, en el campus de Leioa, los estudiantes se negaron a pagar el billete como señal de protesta por el servicio.

Tras oír las explicaciones de Garamendi, en las que dijo que en el periodo 2011-2012 se abrieron 49 expedientes sancionadores a TCSA, el apoderado soberanista pidió a la Diputación «mayor diligencia» en sus actuaciones de inspección.

Torre, huyendo del alarmismo, manifestó que estiman que existe «dejadez» en la institución foral. Para Bildu, la calidad que se ofrece en los autobuses que gestiona TCSA se está reduciendo, entre otros motivos, por la deslocalización del servicio de mantenimiento, el aumento de la subcontratación, el recorte en los talleres y la merma en el número de vehículos de reserva, gracias a cambios en el contrato-programa.