El presidente italiano, Giorgio Napolitano, anunciará hoy a qué líder político encarga la formación del nuevo Gobierno que permita a Italia salir del estancamiento político en el que se encuentra. «Mañana -por hoy- explicaré mis motivos y mi deci- sión», señaló anoche, tras dos días de consultas con los partidos . Pier Luigi Bersani y Beppe Grillo se ofrecieron para formar el nuevo Ejecutivo al tiempo que Silvio Berlusconi reiteraba su apuesta por gobernar con Bersani.

La tarea no se presenta fácil, al no haber logrado ninguna de las formaciones políticas una mayoría clara. La coalición de centro izquierda liderada por Bersani logró una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados pero no el Senado, lo que podría privar a su eventual Gobierno del voto de confianza parlamentario necesario para dirigir el país.

Tras reunirse por la tarde con Napolitano, Bersani propuso hacerse cargo de la formación de Gobierno, después de recordar que su coalición es la primera fuerza política de Italia, y señaló que se ponía «al servicio» de la «exigencia de cambio» en el país.

Citó entre sus prioridades la «moralización de la vida pública», la reforma de la ley electoral y una «atención inmediata» a los temas sociales más preocupantes, incluida la lucha contra el desempleo y la precariedad laboral.

Por la mañana, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) pidió a Napolitano que le encargue la formación del Gobierno para llevar a cabo su programa y volvió a rechazar dar un voto de confianza a otro Ejecutivo, ya sea político o tecnócrata. «Exigimos un mandato oficial para formar el Gobierno y llevar a cabo nuestro programa», señaló Beppe Grillo tras la reunión de los líderes del M5S en la Cámara de Diputados y en Senado, Roberta Lombardi y Vito Crimi, con el presidente.

Si el M5S no recibe ese mandato, reclamará la presidencia de las comisiones parlamentarias de control de los servicios de inteligencia y de de la televisión pública RAI, dijo Lombardi.

Napolitano también recibió en el palacio del Quirinale a una delegación del Pueblo de la Libertad, Silvio Berlusconi, y su aliado, la Lega Nord. Berlusconi propuso al presidente formar una «alianza» entre derecha y centroizquierda. «El país está en una profunda crisis y las reformas económicas deben ser inmediatas», lo que, a su juicio, requiere «un comportamiento responsable de las fuerzas que representan un tercio del electorado», indicó en referencia a la coalición que lidera Bersani, que una y otra vez ha rechazado esa posibilidad y de quien Il Cavaliere dijo que «no es aceptable que con solo el 30% de los votos pueda exigir todo».