El director de la Fundación Balenciaga, Javier González de Durana, manifestó ayer que la bajada de 550.000 euros en las aportaciones del Gobierno de Lakua y la Diputación de Gipuzkoa al museo dedicado al modisto guipuzcoano en Getaria, podría hacer «reorientar sus actividades a otros campos».

González de Durana afirmó, durante la presentación de la exposición dedicada a la relación de Balenciaga con la alta costura catalana, que en dos años el museo ha logrado una «repercusión mediática» y un «éxito de público» que «justifica su existencia». González de Durana explicó que el museo funciona a «solo el 30 por ciento de sus potencialidades». Reconoció que hasta ahora el museo se ha «empeñado» en organizar exposiciones temporales, «que son costosas, pero que traen mucho público», apuntó, no obstante, que quedan campos como la «investigación» a los que actualmente no se les da importancia y que podrían ser foco de atención. «Hay mucho trabajo por hacer y si se recorta el presupuesto reorientaremos la actividad a trabajos tan museísticos como los llevados a cabo hasta ahora», concluyó.

Balenciaga y Barcelona

La influencia de Cristóbal Balenciaga en la alta costura de Barcelona y su huella en los «grandes» de la pasarela catalana, como Pedro Rodríguez y Manuel Pertegaz, constituyen el eje de la exposición que desde ayer se puede visitar en Getaria.

La muestra ahonda en las analogías entre los representantes de la «edad de oro» de la pasarela en Barcelona y «el rey» de la costura, en palabras de comisario de la exposición, Josep Casamartina i Parassols, historiador, crítico de arte y director de la colección textil Antoni de Montpalau.

En total son 78 piezas a las que se suman 50 bocetos, 30 bordados y otros materiales como ejemplares de la revista de moda de los años 30 «Tricornio».